La jugadora valenciana ha admitido en su presentación que nunca imaginó que podría volver a jugar en su casa después de marcharse del Ros Casares con 17 años
VALÈNCIA. Valencia Basket ha presentado esta mañana a Anna Gómez, nueva jugadora para el proyecto en Liga Femenina 1, en las instalaciones del Hospital IMED Valencia. La base, que se formó en el Ros Casares y tuvo que marcharse con 17 años, asegura que nunca imaginó que podría volver a jugar en su casa y que "siempre supe que mi primera opción era venir a Valencia Basket".
Vicente Solá, presidente del club taronja, ha comunicado que Anna "ha pasado satisfactoriamente las pruebas médicas y físicas" y que "se ha comprometido a llevar la camiseta taronja con el dorsal 4 las dos próximas temporadas". Solá ha destacado la posibilidad con este nuevo proyecto en la Liga Dia de "ofrecer a las mejores valencianas, que buscaban su camino fuera de casa, poder competir en la tierra que les vio nacer al mejor nivel". Una apuesta por jugadoras de aquí como María Pina, Irene Garí, Esther Díaz o Rebeca Cotano que "supondrá una referencia idónea para los niños y niñas de l’Alqueria.
La jugadora ha confesado que "desde los 17 años tuve que marcharme fuera de casa y con 32 venir y vestir la camiseta es algo espectacular. Ver mi nombre en esta camiseta es algo muy emotivo. Pensaba que no iba a volver a jugar en mi tierra por lo que pasó con el Ros Casares. Estoy inmensamente agradecida, estoy preparada y con muchas ganas".
La predisposición de Anna de volver a su tierra viene de largo, y es que desde la formación del senior femenino del club taronja, no ha quitado el ojo a la evolución del equipo. "Estaba pendiente del proyecto que estaba realizando Valencia Basket desde nacional a Liga Femenina 2. Creo que esta ciudad se merecía esto. No por lo que pueda ser liga 1 y liga 2, sino todas las niñas que puedan verse reflejadas en jugadoras de alto nivel como tuve esa oportunidad en el Ros Casares".
El punto de inflexión fue la fase de ascenso, pues la base asegura que "toda mi familia estaba pendiente". "Me esperé mucho para tener el primer contacto, siempre supe que mi primera opción era venir a Valencia Basket", admite Anna.
Ahora, ella y otras muchas jugadoras podrán ser el modelo a seguir de las chicas que están formándose en la cantera, algo que Anna valora especialmente. "Los mejores años son cuando eres pequeña porque se crea una familia. Eso lo vivía en Ros Casares y sé que en Valencia Basket es lo mismo con l’Alqueria. Eso es lo importante, estar unidos y que vean las jugadoras que hay referentes. El Valencia Basket da esa oportunidad de crecer a las niñas con el baloncesto".
Respecto a los objetivos que se plantean en esta primera temporada, la jugadora de Alfara del Patriarca recuerda que "es la primera temporada, recién ascendidas y tenemos que acoplar muchas cosas. Venimos a hacer un gran proyecto que no viene de la nada. Se está montando un gran equipo. Tenemos que trabajar y ver dónde los resultados nos mandan en la clasificación". Sin embargo, "desde el primer momento tenemos que ser ambiciosas".
Para Anna lo más importante era tener la oportunidad de volver cerca de su familia, por lo que "el gran proyecto del club no me daba paso a otras opciones". Con 32 años, todavía no piensa a largo plazo pero para ella sería bonito poder cerrar su carrera en Valencia: "Queda lejos, vamos a centrarnos en el primer año que creo que es muy importante, y después ya veremos. Pero sí, qué mejor que estar en casa".