VALÈNCIA. Mi día a día sigue siendo ajetreado, no me estoy aburriendo en confinamiento, desde luego. Me dedico al fútbol adaptado para discapacitados visuales y tengo un plan de entrenamiento diario que me va mandando Sergio Cano, el preparador físico de la Selección. Todos los jueves a las cinco y media nos conectamos por Zoom y nos hacen un test de fuerza a todo el equipo.
El domingo pasado nos notificaron que podemos solicitar un permiso para entrenar en la calle con un guía. Hemos tenido que buscar un espacio abierto para las sesiones. Nos mandaron al principio una bicicleta estática y mientras tanto hemos ido entrenando en casa, pero ahora también podemos hacerlo al aire libre.
Además de futbolista, soy agente vendedor de la ONCE, pero desde el pasado 14 de marzo estamos en un ERTE hasta nueva orden. La idea es que empecemos a vender cuando se pueda, prevén que hasta mediados de junio no será posible.
Sin embargo, yo estoy viviendo todo esto más o menos bien. Tengo dos hijas, de 4 y 8 años, y he estado entretenido durante las fases más duras del estado de alarma. Entre que te levantas, colaboras en las tareas del hogar y haces los deberes con las niñas… se pasa la mañana. Mi mujer es maestra, así que se pone a ayudarlas con las lecciones mientras yo limpio, aseo la casa, preparo la comida…
Por las tardes juego con ellas antes de ponerme a entrenar. Cuando no se podía salir, les dejaba un rato el móvil, otro poco en el ordenador, luego tocaba ducha y hasta el día siguiente. Ahora, por lo menos, como vivimos en una urbanización con jardín, bajamos un rato y corren con el patinete, con la bici… No me estoy aburriendo, vaya, pero también he terminado cansado de estar en casa.
Más allá de compartir tiempo con mis hijas, me gusta leer para desconectar del entrenamiento. También escucho mucha música. Tengo un grupo con unos compañeros, yo toco la batería, y de vez en cuando nos mandamos canciones para prepararlas cuando nos podamos juntar. Las tocamos a ver qué tal nos queda y… con eso, poco a poco, pasamos el día.
Creo que saldremos de esta más pronto de lo que pensábamos. Que luego sea bueno o malo… ya lo veremos, pero el caso es que va a ser muy raro y muy complicado el poder entrenar normalmente. Por lo menos para nosotros, que necesitamos ejercitarnos en compañía, y más aún en un deporte en equipo, en espacio reducido… será rara la vuelta a la normalidad. ¿Qué pasará después? Creo que quieren retomar nuestra liga en septiembre, así que… ya veremos.
Lo que está claro es que saldremos y volveremos a nuestras vidas de siempre. Y para eso tenemos que estar unidos.