VALÈNCIA. El Valencia cae en picado en pretemporada. El conjunto de Rubén Baraja está recogiendo este verano la mala dinámica de resultados con la que concluyó la temporada en La Liga el pasado mes de mayo. Entonces, se enlazaron siete encuentros oficiales sin victoria -cinco derrotas y dos empates- que provocaron la pérdida de la séptima posición, la de acceso a Conference League, a pesar de que los marcadores cosechados hasta el 15 de abril habían sido óptimos para, al menos, alcanzar el tramo final de curso con posibilidades de clasificar a Europa. Hoy, en pretemporada, los valencianistas ya encadenan cinco amistosos sin ganar -todos los que ha jugado, a falta del Trofeo Naranja que se disputa el próximo sábado-.
Y es que el Valencia solo ha ganado uno de sus últimos trece partidos: fue ante el Benidorm, en un amistoso jugado tras la conclusión del campeonato liguero, el pasado 28 de mayo (1-3). Es decir, ya son casi cuatro meses sin vencer a un equipo de Primera o Segunda División. 12 partidos. De perder ante Betis, Barça, Alavés, Real Sociedad y Girona, y empatar frente al Rayo Vallecano y Celta de Vigo en el último envite de la pasada campaña, a un verano con tablas frente a Castellón y Levante, y derrotas contra Alavés, PSV Eindhoven y Leeds United este sábado. En todo ese tramo, 19 goles en contra y 11 a favor.
La última victoria data del 15 de abril, cuando los de Baraja vencieron a domicilio a Osasuna, con gol del entonces recién recuperado André Almeida. Desde esa noche, un sinfín de tropiezos. El arrastre de la dinámica final del curso hasta la misma pretemporada enciende todas las alarmas, por más que se trate del período de preparación y se cuente con la ausencia de piezas importantes para el entrenador vallisoletano -Mosquera y Diego López en los Juegos Olímpicos, Yarek en el Europeo sub-19, o los tocados Gayà y Fran Pérez-.
Al equipo solo le resta un partido para limpiar la mente y terminar la pretemporada con buen sabor de boca. Al menos, con un triunfo frente el Eintracht de Frankfurt el sábado en Mestalla que genere cierta confianza para el partido oficial de la semana siguiente ante el Barcelona, también en como local. Y es que la nueva campaña de Liga está a la vuelta de la esquina: solo quedan dos semanas para la hora de la verdad y al Valencia ya se le atraganta el inicio de la 24/25, como el final de la 23/24. De aquellos barros, estos lodos.