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fútbol internacional

Exvalencianistas por el mundo: Bernardo Corradi

4/12/2023 - 

VALÈNCIA. La buena salud del fútbol italiano, que viene rompiendo moldes y viejos estereotipos a pasos agigantados, no es el resultado de un cambio puntual o una apuesta aislada. Nuevas corrientes de aire fresco en el continente europeo, con España como principal exponente hace poco más de una década, llegaron a un Calcioen decadencia tras haber centrado los focos durante el final de la década de los noventa y los inicios de este siglo. 

Una nueva manera de entender el fútbol, con la pelota como principal protagonista, se instauró en el seno de las principales instituciones y canteras del país transalpino. Ahora, la Serie A se ha convertido en un nuevo fenómeno que promete continuidad gracias al perfil de las nuevas hornadas no solo de futbolistas autóctonos, sino también de técnicos que llaman a la puerta o que ya se han hecho un sitio en la élite predicando un fútbol diferente que está causando sensación en todo el continente.

 “Soy un entrenador que lleva el 10 a la espalda”, Roberto De Zerbi, técnico del Brighton, para El País Deportes

No es oro todo lo que reluce. El éxito no puede calibrarse exclusivamente a partir de los resultados; y resulta demasiado simplista valorar la calidad de los jóvenes talentos solamente en base a los títulos que consiguen o no las categorías inferiores de las selecciones nacionales. Hay mucho más detrás del éxito.

Por ejemplo, Italia viene de ser finalista en el Mundial sub-20 disputado en Argentina el pasado junio. Solo es un pequeño detalle. Lo realmente trascendente es que la Azzurrase plantó en la final ante Uruguay dejando atrás sus más clásicas señas de identidad, en cuanto al estilo se refiere. Mostró al mundo que en la cuna del arte también se pintan y esculpen verdaderos genios con el balón en los pies. Chavales con un talento y una calidad diferenciales que tiempo atrás parecía que solo podían acreditar nacionalidad española. 

Más de lo mismo en categoría sub-19: Italia es la vigente campeona de Europa y un equipo construido a partir de nuevos moldes y principios. Por su parte, la sub-17 hizo final en el campeonato continental en 2018 y 2019, cediendo ante Países Bajos en ambas ediciones. Sin embargo, estos resultados solo son anecdóticos si no se enfocan como una de las muchas consecuencias de la evolución que ha transformado el Calcio de los pies a la cabeza.

Italia siempre ha tenido futbolistas de muchos quilates y mucha calidad técnica, eso es innegable, pero es que ahora son su principal argumento. Ahí reside la clave del cambio. Pero cuidado, el talento no lo es todo, ni puede desmerecer el estilo y la idiosincrasia de las míticas Italias de tiempos pasados. El que no esté de acuerdo con ello, que revise el palmarés. Y es que hay otras virtudes más “tradicionales”, como el gen competitivo y el carácter ganador que tanto le han dado a Italia a lo largo de su historia, que siguen y seguirán siendo indispensables para el éxito. Hay cosas que no pasan de moda.

Consciente de esta nueva realidad y sabedora del nuevo rumbo que toma la nave, la Serie A quiere ser el vivero donde se alimenten y crezcan los jóvenes talentos, el futuro de la Azzurra. Los canteranos irrumpen cada vez con más minutos y más confianza, y los equipos saben que sus escuelas constituyen un patrimonio y un argumento que pueden resultar decisivos de cara a conseguir sus objetivos más inmediatos. 

 “El fútbol italiano ha sido históricamente defensivo, pero todo cambia y mejora. Ahora pensamos en tener la pelota, jugar en campo rival y en juveniles ser protagonistas desde la posesión del balón. Hacia eso estamos evolucionando”, Carmine Nunziata, seleccionador de Italia sub-21

Cuna de grandes guardametas, Italia tiene en Marco Carnesecchi (Atalanta), Elia Caprile (Empoli) y Stefano Turati (Frosinone) muchos motivos para ilusionarse.

En la línea defensiva las principales promesas —muchas de ellas rompieron la etiqueta hace un tiempo— son entre otros los centrales Giorgio Scalvini (Atalanta), Caleb Okoli (Frosinone), Mattia Viti (Sassuolo), Lorenzo Pirola y Matteo Lovato (Salernitana), Diego Coppola (Hellas Verona), Andrea Carboni (Monza), Gabriele Guarino (Empoli) y los laterales Destiny Dougie (Tottenham), Andrea Cambiasso (Juventus), Fabiano Parisi y Michael Kayode (Fiorentina), Alessandro Zanoli (Nápoles), y Riccardo Calafiori y Tommaso Corazza del sorprendente Bolonia que ronda los puestos europeos.

En cada centímetro de la parcela medular a Italia se le cae el talento de las manos: Samuele Ricci (Torino), Nicolò Rovella (Lazio), el sancionado Nicolò Fagioli (Juventus) y su compañero de equipo Fabio Miretti —ambos en dinámica de primer equipo a las órdenes de Massimiliano Allegri—, Matteo Prati (Cagliari), Edoardo Bove (Roma), Giovanni Fabbian (Bolonia), Cher Ndour (PSG), Jacopo Fazzini (Empoli), Luca Lipani y Cristian Volpato (Sassuolo), Lorenzo Amatucci (Fiorentina), Filippo Terracciano (Hellas Verona) son los mejores exponentes.

En el fútbol sólo cuentan dos cosas: la presión y la construcción. Todo lo demás es una consecuencia”, Luciano Spalletti, seleccionador de Italia 

Mención aparte merecen tres nombres ya habituales en las agendas de los aficionados al fútbol internacional: Tommaso Baldanzi (Empoli), Cesare Casadei (Leicester City) y el joven de 17 años Simone Pafundi (Udinese), los tres titulares en la última final del Mundial sub-20. Casadei, cedido en el Leicester pero propiedad del Chelsea, fue además máximo realizador y mejor futbolista del torneo. Su técnico en Inglaterra, por cierto, también viene de Italia: no es otro que Enzo Maresca, mediocentro que militara en las filas de Juventus, Fiorentina, Sevilla o Málaga.

En la parcela ofensiva también hay mucho futuro. La Premier League disfruta esta temporada del talento de Luca Koleosho (Burnley), y ya lo hizo el año pasado con el extremo del Leeds United, ahora en Championship, Wilfried Gnonto. De hecho,l pasado 3 de noviembre ya se vieron las caras Casadei y Gnonto en la victoria del Leeds en el King Power Stadium. En Italia permanecen Matteo Cancellieri (Empoli), Lorenzo Colombo (Monza), Samuele Mulattieri (Sassuolo), Pietro Pellegri (Torino), Giuseppe Ambrosino (Catanzaro) o Francesco Pio Esposito (Spezia).

A muchos les sorprenderá. Todos estos chavales están en la agenda de un exvalencianista que es un engranaje clave en la Federazione Italiana Giuoco Calcio (la Federación Italiana de Fútbol), y que se encarga de filtrar y orientar el talento futbolístico del país en categoría sub-19. Bernardo Corradi (Siena, 1976) colgó las botas en 2012 para unos años más tarde iniciar su carrera como técnico en la Federación Italiana. Ahora ejerce un rol fundamental en una nueva era para el fútbol italiano. 

Fue segundo entrenador de Carmine Nunziata (actual seleccionador sub-21) en la sub-17 y la sub-19, donde también lo fue de Federico Guidi (actual técnico del filial de la Roma). También fue primer entrenador en categoría sub-16, sub-17 y sub-18, y si todo va bien acompañará a la generación que actualmente dirige hasta la sub-20 y sub-21.

A día de hoy, y desde el pasado agosto, el toscano dirige un combinado sub-19 que ha cosechado bajo sus órdenes 4 victorias, un empate y 3 derrotas. El reto es el de seguir creciendo, que no es poco, pero todo reto necesita objetivos concretos. Las miras del cuerpo técnico encabezado por el exvalencianista están puestas en el Europeo de la categoría que se celebrará en Irlanda del Norte el próximo mes de julio, donde Italia defiende el título obtenido el pasado verano en Malta.

A lo largo de su carrera, el ariete defendió las camisetas de Cagliari, Chievo Verona, Inter de Milán, Lazio, Valencia, Parma, Manchester City, Reggina, Udinese y Montreal Impact entre otros. Será muy recordado por los hinchas biancocelesti, ya que en el Olímpico de Roma vivió probablemente sus mejores campañas como futbolista antes de fichar por el Valencia en 2005, donde aterrizó junto a su compañero Stefano Fiore. Fue internacional en 13 ocasiones, y conquistó una Copa de Italia con la Lazio y la Supercopa de Europa en 2004, esta última con la elástica valencianista en el Luis II de Mónaco.

El partido más difícil, sin embargo, lo disputó Bernardo lejos de los terrenos de juego. Su hijo Giacomo tuvo que enfrentarse a un tumor cerebral en 2017, cuando tenía tan solo 8 años. Por suerte todo acabó bien, pero la experiencia marcó y transformó la vida de un exvalencianista que ahora se siente bendecido cada día que sale el sol y trabaja con ilusión por un nuevo fútbol italiano que ya empieza a dar sus frutos.

 “La enfermedad de mi hijo fue una experiencia que me cambió”, Bernardo Corradi, seleccionador de Italia sub-19, para Sky Sport.

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