VALÈNCIA. Echa el cierre el curso futbolístico 2022/2023 en Portugal dejando muchas notas positivas y otros tantos alicientes de cara a los próximos años en lo que al nivel técnico de las jóvenes promesas se refiere. La eliminación en cuartos de final del último Mundial, así como la marcha de Fernando Santos (actual seleccionador de Polonia) y la consecuente llegada del español Roberto Martínez al banquillo de la selección pone los focos y centra el protagonismo en los nuevos talentos que la liga lusa produce a destajo. Por ello, entre otras cosas, es tan importante la Primeira Liga para el fútbol portugués; porque la apuesta de sus clubes por la cantera es un valor innegociable, y es en el campeonato doméstico donde empiezan a despuntar aquellos jóvenes llamados a dar relevo a los Cristiano Ronaldo (Al-Nassr), Pepe (Oporto), Joâo Moutinho (Wolverhampton), José Fonte (Lille), Rui Patricio (Roma) y compañía.
El gran triunfador y probablemente el mejor equipo de la temporada en Portugal ha sido el Benfica del alemán Roger Schmidt. Con un fútbol presionante, agresivo y con mucho ritmo, Os Encarnados le han ganado el pulso al Oporto para conquistar su trigésimo octavo título de liga. A pesar de perder una pieza clave con la marcha del campeón del mundo Enzo Fernández (Chelsea) en enero, Schmidt ha construido un bloque que incluso en Champions League presentaba argumentos para competir con cualquiera que se cruzara en su travesía. La mala suerte quiso que apareciese antes del horizonte de las semifinales un escollo llamado Inter de Milán, el conjunto que ha mostrado más aplomo y más oficio en esta última edición. Los de Simone Inzaghi se llevaron la eliminatoria y alcanzarían a la postre la final de Estambul, donde cedieron poniendo en muchos apuros al que es el rey del fútbol continental en la actualidad: el Manchester City.
El estadio Da Luz ha sido testigo de la irrupción de algunos nombres que serán protagonistas en el fútbol europeo dentro de no mucho tiempo, como el central internacional absoluto António Silva (19), Florentino Luís (23), Morato (21), Joâo Neves (18), Andreas Schjelderup (18) y, sobre todo, Gonçalo Ramos (22). Mención especial merece la temporada completada por el pivote noruego Fredrik Aursnes, el lateral derecho internacional danés de origen gambiano Alexander Bah, los veteranos y líderes Rafa y Joâo Mario, el extremo brasileño David Neres y el valenciano Alejandro Grimaldo, que ha firmado por el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. Temporadón del lateral de La Pobla de Vallbona, que en su día pasó por la escuela del Barcelona y el Valencia y que ya llama con mucha fuerza a las puertas de la selección.
Otro de los históricos, el Oporto, también se consumó, al igual que su eterno rival, víctima del Inter de Milán en la máxima competición continental. Fue en octavos de final, por un solo tanto de diferencia y con una expulsión de los portugueses en cada uno de los encuentros. Los discípulos del que fuera precisamente exfutbolista nerazzurro y 56 veces internacional por Portugal, Sérgio Conceição, han sido subcampeones de liga pero han incorporado al palmarés de Os Dragões una nueva Copa de Portugal, una Copa de la Liga y una Supercopa de Portugal.
¿Sus emblemas? El meta de 23 años que ya es fijo en la selección Diogo Costa, el mediocentro brasileño también internacional por Portugal Otávio da Silva, los extremos Pepê y Galeno, el delantero centro Evanilson y su compañero iraní en la delantera Mehdi Taremi, al que ya vimos hacerle un doblete a Inglaterra en el pasado Mundial de Catar.
Mención especial merece el canterano valencianista Toni Martínez, fichado en 2016 por el West Ham United inglés a cambio de 3 millones de euros, cuando aún militaba en el juvenil de la fábrica de Paterna. En aquel momento, el de Barrio del Progreso ya había sido internacional sub-19 de la mano del actual seleccionador de la absoluta, Luis de la Fuente, y era una pieza muy codiciada por grandes canteras. Esta temporada no ha sido titular, pero ha sumado un total de 13 goles y 7 asistencias nada menos que en 50 apariciones. Es su mejor temporada desde que aterrizara en Dragão allá por octubre de 2020.
Daría para mucho el análisis del tercer clasificado, un Sporting de Braga que dirige un técnico nacido en la ciudad y formado en el propio club: Artur Jorge. Este modesto lleva varias temporadas incordiando a los tres grandes e incluso compitiendo con ellos de tú a tú gracias a un gran trabajo desde la parcela deportiva y la gestión de cantera. Sus futbolistas más importantes responden a los nombres del mediocentro libio Al-Musrati, del internacional portugués y capitán Ricardo Horta y de un valenciano de Almussafes que disputa estas semanas el Europeo sub-21 con el combinado de Santi Denia: Abel Ruiz. El valenciano se formó en Paterna hasta alcanzar la categoría de cadete, momento en que fue captado por La Masía.
Uros Racic, cedido por el Valencia en Braga desde el pasado verano, ha disputado alrededor del 40% de todos los minutos de liga y ha sido titular en menos de la mitad de los encuentros. Prohibido pasar por alto la temporada de otros dos españoles en las filas de Os Arcebispos: el atacante madrileño con origen bisauguineano y criado en Euskadi Álvaro Djaló y el lateral derecho canterano del Espanyol e internacional sub-21 (y en todas las inferiores) Víctor Gómez, que disputa actualmente junto al mencionado Abel Ruiz el Europeo de la categoría en Georgia y Rumanía. El club bracarense, que fue finalista de Copa y que con su tercer puesto obtiene billete para la fase previa de la Liga de Campeones, ha hecho efectiva la opción de compra por el lateral de Olesa de Montserrat que fijaba el pago de 2 millones de euros que irán a parar a las arcas pericas. Un chollo descomunal por un futbolista de muchísima calidad.
Una de las decepciones ha sido el Sporting de Portugal. A pesar de batir contra todo pronóstico al Arsenal de Arteta en octavos de final de la Europa League, los de Rúben Amorim cayeron en cuartos de final de dicha competición ante la Juventus y la temporada se les hizo muy larga. Finalista de la Copa de la Liga, el 19 veces campeón de liga se tendrá que conformar con disputar la segunda competición continental el próximo curso. Esto supone un hándicap para retener a futbolistas cotizadísimos en el mercado como el central internacional portugués de 21 años Gonçalo Inácio, el supertalento uruguayo (apunten este nombre) Manuel Ugarte, el atacante que militara dos temporadas en el juvenil valencianista Pedro Gonçalves y el zurdo inglés Marcus Edwards.
Uno de los futbolistas más importantes de este siglo en Portugal formado precisamente en la cantera del Sporting, campeón de la Eurocopa en 2016 y todo un icono en el José Avalade de Lisboa es Luís Carlos Almeida da Cunha (Amadora, 1986), más conocido como Nani.
Abandonado por sus padres y criado por su tía Antonia en el difícil y conflictivo barrio lisboeta de Amadora, Nani esculpió su carácter, su físico y su espíritu de supervivencia con el cincel de las dificultades. Creció junto a su gran amigo, también exvalencianista, Manuel Fernandes (Sepahan iraní) y ambos encontraron en el fútbol una oportunidad para salir de las calles de Amadora. Las espectaculares aptitudes atléticas de Nani pronto lo hicieron destacar en la cantera del Sporting, y ya en el primer equipo empezó a dar muestras de que estaba llamado a deslumbrar en los mejores estadios del continente.
En verano de 2007, el Manchester United firmó al atacante por más de 25 millones de euros cuando esos precios eran aún estratosféricos para un futbolista de 20 años. No se equivocaron los de Ferguson: Nani contribuyó a la conquista de 4 títulos de Premier League, 2 Copas de la Liga, 4 Community Shield (Supercopa inglesa) y, sobre todo, la Champions League 2007/08 y el Mundial de Clubes ese mismo año en Japón. Con el Sporting ha conquistado dos títulos de Copa a lo largo de las tres etapas que ha vestido la elástica verdiblanca (volvió como cedido la temporada 2014/15 y como agente libre para la 2018/19). Después de la segunda etapa, se sucedieron Fenerbahce, Valencia, Lazio, de nuevo Sporting, Orlando City, Venezia y, desde el pasado verano, Melbourne.
Como valencianista firmó 5 dianas y 8 asistencias, pero no tuvo la continuidad que vino a buscar. Y es que a partir de su llegada a Mestalla, su carrera se desinfló. Sin embargo, y con permiso de la final de Champions League de Moscú en 2008, el mejor momento de la carrera del exvalencianista fue sin duda la noche del 10 de julio de 2016, cuando Portugal levantó la Eurocopa en Saint-Denis ante la anfitriona, Francia. Para siempre quedará el recuerdo de un atleta criado en un barrio marginal de Lisboa que quiso convertirse en futbolista e hizo historia. A sus ya 36 años y a pesar de arrastrar todavía una lesión importante de rodilla, el portugués tiene contrato hasta junio de 2024 y su físico parece que le permitirá alargar su carrera.
El camino sigue, los recuerdos perduran.