VALÈNCIA. Esa es la clave. Y el consejo del sabio. Que así con pocas palabras, a su estilo nos lo dijo el pasado 19 de octubre el humilde campeón del mundo. Cuando recién venía de recoger el máximo galardón de nuestra Generalitat. Uno de los mejores de la Historia. Uno de los pocos que se atrevió a marcar dos golazos como dos panes en una final de la Copa del Mundo. Y frente a Holanda. En un memorable partidazo. Que no te cansas de volverlo a ver, che... Ahí es nada... fútbol en estado puro. Con todos aquellos millones de serpentinas cayendo...
Un genio de los que salen uno cada 50 años. Si es que sale. Un hombre que hizo muy feliz a los rosarinos ( a toda la Argentina, claro), a los valencianos y a los alicantinos. Pues allá por donde pasó sólo dejó alegría y amigos. Porque además, siempre fue y será un caballero. Dentro y fuera del campo. De esos que ya no quedan... que con tristeza suspiraría mi madre. Nuestro número uno 'for ever'...
Por eso, en estos graves momentos en los que el Valencia se la juega, en que se enfrenta a su "ser o no ser" particular, es vital la unión de todos: Peñas, Torino, Libertad Valencia, Espíritu 86... Como imprescindible es que la prensa valenciana reme unida para encontrar una solución que sólo desde esa fuerza que da la unión será posible. Sólo así será posible. Y en esta lucha no sobra nadie. Por lo que cumple aparcar y olvidarse de cualquier diferencia. Ahora: todos unidos.
De igual manera, hacemos una llamada a los Ayuntamientos, Diputaciones, Corts, Presidencia de la Generalitat. Y a todos los partidos políticos. Pues en esto no caben partidismos. Ya que es indudable que si en esta noble causa de acabar con la tiranía del señor de Hong Kong, se unen todos los políticos: la tiranía acabará. Y más pronto que tarde.
De igual forma se necesita la unión de todos los empresarios valencianos. El Valencia sólo puede unir a todos: patronal y sindicatos incluidos. Pues ya sabemos que el Valencia SAD, sería una magnífica empresa para cualquier emprendedor medianamente avezado y bienintencionado. O para un grupo de empresarios que quisieran obtener lógicos beneficios y a su vez prestigiarse y prestigiar al Valencia. Uno de los principales clubs de Europa. Hasta que llegó el caballero de Hong Kong. Más de 40.000 accionistas os esperan, siempre audaces empresarios valencianos; y os necesitan como el agua de mayo.
Y confiemos también en la Justicia, que en los últimos años ha salvado los ahorros de millones de españoles. Y por tanto de cientos de miles de valencianos. Con decenas de miles de sentencias como soles, frente al poder bancario, cuando lamentablemente éste se desvió. Y sólo la Justicia, con mayúsculas, puso coto y dio el callo. El único poder del Estado que en esto funcionó. Por eso ahora, sólo cabe esperar que en la cuestión del Valencia, y de nuevo, de a cada uno lo suyo.
Así que no nos queda otra que seguir al Matador. Y estar tranquilos porque siguiéndolo la victoria será nuestra. Y entonces, la victoria será de todos. Y gracias por el consejo, una vez más, don Mario Alberto. Y que Dios le guarde a usted muchos años.