A casa con dignidad pero con dudas

MADRID (Enviada Especial). Valencia Basket había planteado prácticamente el partido perfecto para meter al Barça. Pero 36 minutos de dominio no son suficientes para vencer al vigente campeón. El conjunto taronja murió en la orilla. Dignamente, sí. Sin embargo, la sensación de que los de Jaume Ponsarnau estuvieron a 4 minutos de una semifinal puede que sea más doloroso que pensar durante el partido que no había opción. El técnico se arrepiente de no haber sacado a Rafa Martínez que habría disputado su décima Copa con el Valencia Basket. Alberto Abalde y Joan Sastre jugaron menos de 5 minutos.

El técnico del Valencia Basket quiso sorprender a Svetislav Pesic sacando de inicio a dos bases: Sam Van Rossom y Guillem Vives juntos en pista pudiendo repartir más juego en ataque y con lo que aporta el catalán en la defensa de estrellas como Kevin Pangos o Thomas Heurtel. El guion se estaba cumpliendo. El equipo taronja había conseguido dominar el tempo del partido y ofuscar al Barça a partir de la defensa y un gran Will Thomas en ataque y Doornekamp en ambos lados de la pista. 

Sin embargo, Dubljevic no estaba cómodo y no estaba encontrando espacios en la pintura. Anotó más de tres que de dos. La salida de Tobey a pista hizo mucho bien a los taronja. Muy fuerte bajo aro y recibiendo faltas para ir a la línea de tiros libres. El principal escollo del Valencia Basket estaba siendo en la posición de base. Van Rossom, con muchos problemas, acabó el partido con un más menos de -20. Las pérdidas de los taronja que los blaugrana aprovecharon para salir al contraataque les dio vida para ir al descanso con mucha igualdad.   

Pau Ribas, Heurtel y Shingleton mantuvieron vivo al Barça en el tercer cuarto mientras el Valencia Basket mantenía el nivel físico. Los esfuerzos del conjunto taronja estaba empezando a pasar factura. San Emeterio estaba teniendo muchas dificultades contra Adam Hanga, uno de los mejores defensas de la ACB. Al final, pese al mal partido de los blaugrana, fueron recortando terreno hasta dejarlo todo por decidir en el último cuarto con empate en el marcador. 

Se empezaba a mascar la tragedia. Valencia Basket se cargó muy pronto de faltas aunque parecía que seguía dominando el partido. Hasta que quedaban 4 minutos para el final. Con 73-73 en el marcador, la debacle fue más demérito del conjunto taronja que mérito de Pesic. Haciendo gala de la energía de la que adolecían los valencianos y aprovechando una gestión desde el banquillo de Ponsarnau, que no fue acertada para la situación. Doornekamp había hecho mejor partido que San Emeterio y Tobey mejor que Dubljevic. Pero el técnico no les introdujo en pista. El arreón en el último minuto fue demasiado tardío. Victoria de los blaugrana por 7 puntos que no hacía justicia al dominio taronja del partido. El Barça a semis contra el Tenerife de Vidorreta y el Valencia Basket a casa.

Una derrota decepcionante por lo que habría podido ser pero que deja ver cosas positivas y negativas. El Valencia Basket puede ser competitivo, pero no los 40 minutos solo utilizando a nueve jugadores. Hay jugadores que no están al nivel y en los que no se está confiando esta temporada. Por una parte, Sergi García que quedó fuera de la convocatoria. Por otra, Alberto Abalde, que jugó menos de 5 minutos, siguiendo la dinámica de las últimas semanas y el capi Rafa Martínez de momento tampoco cuenta. Joan Sastre está en un punto intermedio.

Eso sí, quedan por delante los dos títulos en los que se juega todo Valencia Basket y en los que hay muchas esperanzas puestas. El billete para la Euroliga puede llegar a través de la Eurocup, en la que el equipo taronja tiene muchas posibilidades de llevarse el trofeo al haberse ganado la ventaja de campo. Otra opción será la Liga Endesa en la que queda prácticamente la segunda vuelta entera. Ahora, con el parón de selecciones, es tiempo de reflexionar y de trabajar porque este Valencia Basket es capaz de mucho más y hay tiempo para cambiar.