Cheryshev, dos etapas y un adiós sin pena ni gloria

VALÈNCIA. El pasado sábado Denis Cheryshev saltaba por última vez al terreno de juego del estadio de Mestalla vistiendo la elástica del Valencia CF. El jugador ruso que acababa contrato lo corroboró horas después en su cuenta de Instagrama en la que se despedía de esta manera de manera de la afición blanquinegra: “Hoy me despido de vosotros con un corazón lleno de gratitud por dejarme formar parte de vuestra historia! Aquí siempre, un aficionado más del Valencia CF. Amunt!!!”, se podía leer en su cuenta personal en un texto más extenso en el que también le daba las gracias a la afición por el apoyo constante al equipo pese a los malos momentos que se están viviendo últimamente.

El propio futbolista ruso comenzaba esta despedida repasando sus números con la camiseta del Valencia CF: “95 partidos de Liga (96 con el de hoy), 122 en todas las competiciones…”, y es que esos han sido los encuentros disputados con la camiseta del murciélago en las cuatro temporadas y media que Cheryshev ha estado con los de Mestalla. Aunque hay que aclarar que el interior zurdo ha cubierto dos etapas como valencianista.

La primera de ellas daba comienzo en enero de 2016 cuando Suso García Pitarch lo trae cedido desde el Real Madrid (donde no jugaba apenas y fue protagonista involuntario de una alineación indebida en Copa que le costó el KO al conjunto entonces entrenado por Rafa Benítez) junto con Guilherme Siqueira como refuerzos de invierno en un equipo que se hundía en la tabla clasificatoria de la mano del infame capricho del propietario Peter Lim para el banquillo, su amigo Gary Neville.

En esa primera etapa Cheryshev deja buen sabor de boca. Rápido, vertical y aportando soluciones en ataque para que el equipo no baje a segunda división, el ruso marca tres goles. Dos de ellos fundamentales para para huir de la quema. Uno ante el Espanyol en Mestalla en un agónico triunfo 2-1, y otro en Málaga que sirve para llevarse los tres puntos de tierras andaluzas. Sin embargo, ahí ya deja ver su gran talón de Aquiles: las lesiones. El ruso no puede acabar la temporada y se pierde los dos últimos meses de competición debido tras caer lesionado ante el Atlético de Madrid el 6 de marzo. Se le diagnostica una tendinopatía crónica del recto femoral de la pierna izquierda, que le obliga a pasar por el quirófano. La opinión de los servicios médicos del club (comandados entonces por el doctor Albors) desaconsejan fichar de manera definitiva al futbolista.

El ruso vuelve al Real Madrid, quien a su vez lo traspasa a un Villarreal entrenado en aquel entonces por Marcelino García Toral. Tras dos años con los amarillos, el Valencia y Marcelino vuelven a cruzarse en su camino para volver a Mestalla en el verano de 2018. En este caso es un traspaso por una cantidad que asciende a los 6 millones de euros.

Su primer año, el único que coincide con Marcelino en Mestalla, es más que aceptable. Juega 27 partidos y anota dos goles en liga y otro en Copa. Precisamente en el Villamarín ante el Betis en la ida de las semifinales. Sale en el segundo tiempo y marca el gol que acortaba distancias además de dar el pase para que Gameiro empatara el encuentro y pusiera a los de Mestalla con pie y medio en la final. Pero al justo en ese mismo estadio, y en liga )un mes más tarde) se lesiona a la media hora de juego: lesión cápsulo ligamentosa en la rodilla derecha con fractura de la meseta tibial. En su mejor momento, se queda en el dique seco y se pierde la final de Copa.

Tras el verano llega el terremoto que acaba con Marcelino y Mateu Alemany fuera del club. Y sin el técnico asturiano, hay varios jugadores que se marchitan y cuyo rendimiento queda a años luz de la época en la que estaban a sus órdenes; el caso de Cheryshev es uno de los más claros junto al de Gameiro.

Bajo las órdenes de Celades aún tiene dos momentos que recuerdan al jugador del primer año. En la jornada 7 el Valencia CF consigue ganar por primera vez en la historia en el Nuevo San Mamés con un gol del ruso que cuaja un buen encuentro. Y en la tercera jornada de Champions los de Mestalla viajan a Francia para medirse al Lille. El partido acaba en empate gracias al gol de Cheryshev que fue igualado en el descuento por Ikoné.

Pero a partir de ahí, las lesiones fueron apagando al futbolista ruso. En esa misma temporada se pierde 14 encuentros y su rendimiento decae de una manera alarmante. Al final de la campaña sólo juega 24 encuentros y muchos de ellos son de manera residual, por eso sólo suma 922 minutos. A la siguiente temporada las cosa aún empeorarían en todos los sentidos. Se pierde 10 partidos y suma 21 partidos y 1105 minutos (no ve puerta). Y en la temporada que acaba de finalizar, Cheryshev arranca bien. Es titular en banda izquierda en el rutilante inicio de la era Bordalás, pero se lesiona al final del primer tiempo en Pamplona. A su vuelta, ya no se acercará al nivel dado en los cuatro primeros encuentros. Las lesiones le vuelven a machacar: se pierde 6 encuentros por lesión. Pero además su rendimiento le lleva a ser un futbolista casi intrascendente. Al final, 17 partidos en liga con 566 minutos (no ve puerta e incluso marra un penalti en Copa ante el Utrillas que Yunus acaba convirtiendo en gol).

El sábado el ruso puso punto y final a su etapa como valencianista con más sombras que luces. También es cierto que nunca sabremos hasta qué punto ha podido ser víctima de un equipo en el que nada es normal -desgraciadamente- desde hace ya años.