VALÈNCIA. La selección española femenina de baloncesto sufrió este sábado para vencer por 69-60 a la de Hungría, con destacadísimo papel de la alero Alba Torrens, y se clasificó así para la final del Eurobasket, cuyo desenlace se está disputando en Liubliana (Eslovenia), por lo que ahora buscará el quinto título continental de su historia.
En el Arena Stozice de la capital eslovena, el equipo entrenado por Miguel Méndez se tomó una particular revancha y mostró su evidente mejoría en este Eurobasket. Después de que Hungría las derrotase en el último amistoso previo, y a raíz de un mal debut en el torneo ante Letonia, las españolas habían generado ciertas dudas en su rendimiento.
Pero sus posteriores victorias ante Montenegro, Grecia y Alemania levantaron la moral y, además, brindaron la oportunidad de verse otra vez las caras con las húngaras. Y ahí emergió Torrens, santo y seña de esta selección, para abrir el marcador con un triple premonitorio. Encadenó 10 puntos la alero balear, siendo el gran foco en ataque.
Por parte del equipo magiar, fue la pívot Cyesha Goree quien respondió con acierto de cara al aro. Pese a su esfuerzo, las pupilas de Méndez estaban muy intensas en defensa y mostraron pocos huecos para el resto de adversarias. El parcial acumulado del primer cuarto (18-14) inquietó entonces al entrenador de Hungría, Norbert Szekely.
Minuto y medio del segundo cuarto había transcurrido cuando Szekely pidió tiempo muerto, yendo 22-16 abajo. Pese al toque de atención, sus jugadoras no hallaron el modo de contrarrestar la potencia exterior de España. No en vano, Maite Cazorla estrenó su casillero de puntos con un triple para poner el 30-18, a 4:51 de llegar al descanso.
A continuación, Torrens siguió inspirada con un triple desde la esquina (33-20); 4/4 para ella en ese momento desde la línea de 6,75 metros. Al festival de tiros lejanos se sumó igualmente Cazorla (36-20), intentando romper el encuentro. Con Goree sin demasiada pólvora en tareas ofensivas, la escolta Agnes Studer tomó su relevo.
Ella espoleó a Hungría para reducir su desventaja, desde el 38-22 hasta el 38-28 con el que se llegó al intermedio. Al regreso de vestuarios, se esfumó la puntería en ambas selecciones durante dos minutos. Quebró Cazorla esa racha, con dos tiros libres, pero el ambiente ya era otro y las de Méndez lo acusaron.
Poco a poco, sin excesiva fluidez aunque con destreza en la 'pintura', el cuadro magiar fue apretando los guarismos. Un triple de Veronika Kányási puso el 50-44 y luego dos tiros libres de Bernadett Határ agotaron el minuto 30 en 50-46. De hecho, los mejores momentos de las centroeuropeas siempre habían llegado con Határ en pista.
El cuarto periodo apuntaba, de este modo, a un desenlace de muchos nervios. Lo reflejó la pívot española Laura Gil fallando un tiro libre, seguido de una bandeja de Aliz Varga para poner el 51-48. Defensa cansada, ataque sin ideas y Méndez barruntando qué piezas mover, así lidiaba España con los envites de su rival.
Interrumpió esa rara dinámica un triple de Torrens, a 6:36 de la conclusión, para subir el 56-48 al electrónico del pabellón. Sin embargo, las de Szekely no bajaron los brazos en su objetivo de remontar. Una canasta de tres puntos hecha por Virag Kiss, después de capturar un rebote ofensivo, hizo daño a la selección rojigualda.
El marcador era de 56-53 y faltaban 4:17 para acabar, por lo que Méndez gastó tiempo muerto para recomponer filas. Aparecieron a tiempo nombres habituales en defensa, como los de Raquel Carrera y Queralt Casas, para enmendar su discreta aportación ofensiva. Un par de robos de balón suyos, ayudadas por Cazorla, fueron clave para templar ánimos.
Hungría se quedó sin combustible y la diferencia de puntos se le hizo ya muy pesada. Goree en el poste bajo y Studer en la bombilla seguían llevando la voz cantante, pero ambas echaban de menos una mayor contribución coral. Los últimos compases, con varios parones y un 'instant replay' incluido, fueron agónicos para Hungría.
Pese a un triple de Debora Dubei a 24 segundos del bocinazo definitivo, que estableció el 66-60, dos tiros libres encestados por Carrera dieron una enorme calma a España. En la siguiente posesión de ataque, Studer fue objeto de falta y erró sus dos tiros libres; Gil atrapó el rebote de su segundo lanzamiento, como colofón al partido.
El 69-60 se selló con otro tiro libre, de la propia Gil, y gracias a ello España logró un billete a la final. De esta manera, las de Méndez se resarcieron de ser eliminadas en 2021 y vuelven a la aristocracia europea, disputando ante el ganador del Bélgica-Francia el partido por el ansiado título. Será la sexta final de las españolas en su historia.
ESPAÑA: Cazorla (16), Casas (-), Torrens (27), Carrera (8) y Gil (6) --quinteto inicial--; Domínguez (2), Ouviña (-), Leo Rodríguez (-), Quevedo (-) y Ginzo (10).
HUNGRÍA: Lelik (4), Dubei (4), Goree (12), Kiss (7), Studer (13) --quinteto inicial--; Török (-), Aho (3), Ruff-Nagy (-), Horváth (2), Kányási (7), Határ (4) y Varga (4).
PARCIALES: 18-14, 20-14, 12-18 y 19-14.
ÁRBITROS: Forsberg (DIN), Tomic (CRO) y Männiste (EST). Sin eliminadas.
PABELLÓN: Arena Stozice de Liubliana (Eslovenia).