La cautelarísima da aire al Valencia

VALÈNCIA. Alivio. Sin duda esta es el término que define el estado con el que se acogió el miércoles en las oficinas del club la notificación de la Unión Europea de levantar la suspensión de la cautelarísima pedida por el Valencia CF ante la multa del máximo organismo jurídico del viejo continente. El Valencia ya no está obligado a pagar 23´6 millones de euros antes del 5 de julio.

El primer triunfo de los servicios jurídicos en esta batalla legal ante el gigante europeo se ha fundamentado en tres puntos.

El primero de ellos es una fuerte y estrecha colaboración con las instituciones. En el seno del club valencianista están plenamente satisfechos de la colaboración mano a mano -fundamentalmente- con el IVF comandado por Manuel Illueca.

En segundo lugar está el razonamiento jurídico principal en el que han basado su defensa. El Valencia CF no debía afrontar el pago de una cantidad económica (cualquiera que esta sea) sin que el montante total estuviera determinado por una sentencia en firme que todavía no se ha producido. Una vez se fije mediante una sentencia en firme la cantidad definitiva de la multa el Valencia admitirá afrontarla. En cualquier caso, se sigue pensando que la multa es desproporcionada para castigar los hechos producidos a raíz de un prestamos concedido por un tercero y que fue devuelto en su totalidad con intereses incluídos.

Y en tercer lugar, y quiza uno de los motivos más importantes para la alegría valencianista, es que habiendo eludido el pago obligatorio con carácter inmediato (el 5 de julio) se ha evitado una auténtica hecatombe econçomica  para el club de Mestalla.

De hecho, este argumento también fue utilizado para la defensa del club en el caso del recurso ganado a la paralización de la cautelarísima. La obligación del pago inmediato de los 23´6 millones de euros iba a provocar un daño irreparable a todos los niveles en la entidad valencianista.

"El panorama cambia completamente. El pago de la multa nos hubiera obligado a vender muchos más futbolistas de lo que va a marcar el nuevo escenario" comentan aliviados desde el club de Mestalla. Y es que el club tiene la intención de emprender un camino que lo sitúe definitivamente en la élite, y quiere comenzar dándole continuidad a lo logrado en un año tan importante como el del Centenario. Para ello es necesaria una economía estable tanto a la hora de gastar dinero en fichajes como a la hora de retener los mejores futbolistas que se poseen en la actualidad con el fin de construir una base sólida.

La ya desaparecida obligación de afrontar el pago de la deuda, hubiera obligado al club de Mestalla a vender por más de los 45 millones presupuestados para que no afecten al fair play financiero. Se puede asegurar, sin lugar a dudas, que el Valencia ha salvado un auténtico "match-ball" financiero.

¿Y el futuro? De entrada el Valencia gana unos cuantos meses (la previsión es que sean de cuatro a seis, y las previsiones más optimistas hablan incluso de un año) en los que seguir trabajando para fundamentar jurídicamente su defensa. El club sigue teniendo en mente pelear con el objetivo de no pagar nada por esta sanción, aunque una buena reducción de la cantidad establecida en este momento (los ya famosos 23´6 millones de euros) también sería vista con buenos ojos.

A todo ello, hay que sumar el hecho de que el comienzo de la campaña de abonos está rompiendo positivamente todas las previsiones que manejaba el club. Es por ello tiempo de sonrisas en las oficina del club valencianista; que ya iba tocando.