¿Quién les enfocaría?

VALÈNCIA. Durante la finalizada Copa del Mundo hemos visto miles de imágenes que sin duda ya forman parte de nuestros recuerdos sobre la mejor y más impactante competición del planeta: un mundial.

Para los valencianistas fue una alegría ver en bastantes partidos la imagen de Mario Alberto Kempes en el palco de honor de los diferentes estadios en los que ha jugado la selección argentina.

Kempes considerado por el comité organizador como "Leyenda de la FIFA" tuvo acceso privilegiado a un palco en el cual han asistido invitadas con el mismo motivo otras estrellas mundiales cuando sus selecciones han jugado. En esas butacas en el último mes hemos visto a Beckham cuando jugaba Inglaterra, a Cafú, Rivaldo, Roberto Carlos o Ronaldo cuando era Brasil quien actuaba, a Puyol e Iniesta en los partidos de España, y a Jorge Valdano junto a nuestro Mario cuando la albiceleste caminaba hacia su tercer entorchado.

¿Saben ustedes lo que supone entrar en los hogares de millones de espectadores durante el mundial? ¿Son ustedes conscientes de la potencia y el impacto que tiene esa imagen? ¿Atisban a calcular el impacto en prestigio que supone una imagen como esa?

Para el Valencia CF muy poco o casi nada comparado con el hecho de poder disfrutar de esa imagen y difundirla oficialmente desde el prisma de alguien de quien poder presumir. Los aficionados sí pueden recoger el premio de saber que Mario les pertenece en sus corazones, pero el club no puede utilizar la potencia de esa imagen de marca porque a Kempes lo echaron.

La habitual alergia de Meriton a todo aquello que huela a opinión libre, y por tanto con capacidad crítica (no insultó, ni le faltó al respeto a nadie. Simplemente discrepó, como cualquier persona normal, de la gestión del club), hizo que Mario Alberto Kempes fuera fulminado como embajador mundial del club. Y así seguimos a día de hoy.

Mientras el club trata de convencernos que vienen nuevos tiempos en los que se van a acercar al aficionado para comprender su idiosincrasia (llevan así desde 2015), Meriton sigue desaprovechando la imagen mundial con más fuerza e impacto que podría tener este club. Ver como estrellas futbolísticas enormes de todas las épocas y países (Karembeu, Batistuta o Beckham, entre otros) han querido hacerse fotos en Catar con Kempes demuestra la grandeza del "10" y la insignificancia de quienes viven ajenos a la realidad refugiados en una absurda endogamia llena de excusas.

Miren, les propongo un ejercicio de imaginación. Pongamos por caso que una delegación valencianista hubiera conseguido (comprándolo, porque por méritos futbolísticos, imposible) una invitación para uno de esos palcos del mundial a los que asistió Mario ¿Creen que alguna televisión hubiera perdido un solo segundo de su tiempo para enfocar a Layhoon, o a Kim Koh o a Kiat Lim? Creo que la pregunta se responde por sí sola.

Y mientras Kempes sigue siendo un embajador del Valencia CF por encima del título del que el club le apartó (como él mismo dice siempre), y los valencianistas observan como Villareal, Atlético, Sevilla o Betis (ciudades en las que como todo el mundo sabe no hubo COVID) presumen de jugadores campeones con Argentina en este Mundial. Mientras eso ocurre, los aficionados recuerdan a los actuales campeones que estuvieron y se vendieron (Otamendi o De Paul), o a los que hay en el cuerpo técnico albiceleste (Ayala o Aimar), o a todos aquellos que nos hicieron felices a lo largo de la historia. Una felicidad y unos futbolistas de los cuáles el actual Valencia CF está a años luz. 

De todos modos ¿Quién quiere felicidad cuando tenemos promesas de futuro desde 2015? ¿Quién quiere la imagen de tu embajador entrando vía televisión en millones de hogares de todo el planeta cuando puedes presumir de televisar un discurso institucional del hijo del máximo accionista en los medios oficiales de la entidad? Como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual.