VALÈNCIA. Una de las agradables sorpresas del Valencia CF en su goleada copera en Yecla, fue la del joven central argentino del Mestalla Kevin Sibille. De su debut se puede argumentar una de las mejores características que de un futbolista que da el salto al primer equipo se pueden dar: estuvo correcto, pasó desapercibido. Es decir, hizo aquello que se le encomendó, y no hizo nada que no debía hacer un futbolista en su tesitura.
La historia de Kevin Sibille comienza hace ya muchos meses. El jugador poco antes del confinamiento del año pasado aterriza en estas tierras y es ofrecido a la dirección de la Academia; concretamente a su jefe de captación, José Giménez. El confinamiento le pilla aquí con parte de su familia y decide no perder el tiempo, así que se pone a trabajar por su cuenta con un preparador físico que él mismo contrató.
Pasado el confinamiento, el Mestalla se pone a hacer la pretemporada y establece sus necesidades para la nueva campaña. Reforzar la posición de central es una de ellas. Así que a finales de agosto, principios de septiembre, el agente valenciano Antonio Alfaro vuelve a ofrecer al futbolista proponiendo que haga una prueba con el equipo. El defensa juega un partido con el Valencia Mestalla y convence, sólo había un último obstáculo que salvar: la situación económica del Valencia CF y los derechos de formación que había que abonarle a su club de origen, el River Plate. Tras un prolongado tira y afloja que se saldó beneficiosamente para el club de Mestalla y para el conjunto de los gallinas (apelativo con el cual se conoce en Argentina a los seguidores de River), el futbolista se quedó en el filial valencianista.
Quienes le ven cada domingo destacan de él que es un central de corte argentino. Rápido, dinámico y muy agresivo. Como llaman en su tierra natal "canchero", no tiene ningún problema en ir al cuerpo a cuerpo. Tiende a anticipar mucho y si no llega, reacciona con la suficiente rapidez como para enmendar su error. Aún así, debe mejorar en la toma de decisiones a la hora de no precipitarse en la anticipación. No va mal de juego aéreo.
Atrás da seguridad y defiende muy bien. A la hora de darle salida al balón para el juego ofensivo del equipo tiene una salida de pelota más que aceptable (tal y como se pudo ver en muchos lances del encuentro ante el Yeclano), con pase largo a la espalda de defensa contraria.
Además su adaptación y su personalidad en el vestuario se traducen en un hecho significativo. Pese a ser un recién llegado es uno de los cuatro capitanes, ya que fue votado por sus propios compañeros para tal responsabilidad.
Le queda aún mucho camino por recorrer, pero es evidente que el primer paso de Kevin Sibille en el primer equipo fue más que satisfactorio. Ojalá le sigan muchos pasos igual de firmes en un futuro no muy lejano.