VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Real Betis - Valencia CF:
ALBERTO SANTAMARÍA
Ganar fuera de casa sin sufrir no va en el ADN del Valencia. Ni siquiera en la noche en la que el principal debe del equipo, la falta de pegada, se convirtió en su principal virtud. Ni así. Los últimos minutos se hicieron eternos. Como eterno puede llegar a ser Gonçalo Guedes. La progresión del portugués es imparable. Cuando él esá sobre el campo todo es diferente. Cuando el físico le respeta, el '7' marca diferencias. Encara desborda y tiene gol. Mucho gol. Y el gol vale dinero. Cuarenta millones se antojan pocos para lo que puede llegar a aportar. De momento, su regreso bien puede valer una Champions. Porque a falta de cinco jornadas, la cuarta plaza es posible. Muy posible. ¡Quién nos lo iba a decir! ¿Soñamos?
VICENTE BAU
Paso importante del Valencia para estar en la Champions y paso atrás también del Valencia para encarar el duelo ante el Atlético en su casa. El Valencia confirma la recuperación total de Guedes con sus dos goles, pero la lesión de Cheryshev y la expulsión de Rodrigo, sin olvidar el justo penalti a favor del Betis, convirtió en un sufrimiento rotundo para los de Marcelino. Pese a todo victoria merecida y justa de un Valencia que jugó a su estilo, bien metido en defensa y con una salida fulgurante. Paso adelante y bajas notables para medirte al Atlético. Ahora bien, una victoria fuera de casa siempre hay que valorarla con aplausos y con justicia. El Valencia crece y esa es una gran noticia.
PACO GISBERT
Nada será fácil. Ni los partidos que controlas, que defiendes con seriedad y que narcotizas hasta eliminar al rival, como fue el de ayer. Un penalti tonto y una expulsión rigurosa convirtieron un triunfo lírico en épico, con el equipo metido atrás y haciendo (uno más) un ejercicio defensivo excelso, en el que, pese a la superioridad y el empuje del Betis, apenas pasó apuros. Una victoria importantísima que, como todo en la vida, deja un gusto agridulce. El dulce, la confirmación de que Guedes es el jugador diferencial de este equipo. El amargo, la lesión de Cheryshev, que llega en el momento más inoportuno.
JOSEP LIZONDO
Y cuando hablamos de las taras de este equipo nos referimos entre otras cosas a Cómo teniendo un partido dormido con un 0-2 fácil y sin más historia casi se te escapa por ponerte a hacer el gili en lugar de sentenciarlo con dos acciones absurdas impropias de Gabriel y Rodrigo. Por lo demás fue un encuentro de lo más placentero. Mucho rondo del Betis pero peligro ninguno. Lo que me alerta es que empiezo a ver a mucho jugador tieso. Ya se nota que hay una carga de partidos importante. Y teniendo en cuenta lo que está en juego no parece tranquilizador. El miércoles veremos si esto sigue o se acaba definitivamente.
RUBÉN URÍA
Las finales no se juegan, se ganan. Y en Heliópolis era una final que el Valencia ganó. Lo de Marcelino es notable: sostiene en tres frentes a un equipo trufado de lesiones y le hace competir en escenarios hostiles. Lo de Guedes, una exhibición memorable que demuestra que, sano y sin lesiones, vale cada euro de los 40 millones que el Valencia pagó por él. Lo de Cheryshev, infortunio. Lo de Rodrigo, chiquillada. No es la primera y cabe esperar que sea la última. Este equipo ya no puede esperar a nadie. Próxima estación. Metropolitano.
VICENT MOLINS
Otro día más en la oficina. La inteligencia oportunista para bailar después de estar agazapado. El sufrimiento ante el frenesí del rival. La tentación contradictoria de buscar sedar la noche en lugar de reventar el partido con un 0-3. Y la firmeza, cita tras cita, la firmeza de saber con qué y para qué. El del Valencia es uno de los equipos que más interiorizada tiene su voluntad en esta fase del año. Ahora se trata de sortear los problemas, de que los recambios se iluminen. De cuidar a Guedes mientras cabalga libre.
MANOLO MONTALT
“Gustará más o menos pero el equipo en bloque bajo se siente cómodo”, con esta frase Marcelino hizo una radiografía perfecta de su equipo (los técnicos llaman “bloque bajo” al equipo que cede metros y espera al rival”. Así que con el bloque bajo y la entrada al campo de Rodrigo, el Valencia dejó de ser un equipo superado para, con mejor salida de pelota, empezar a trazar el partido diseñado.
Ese guión fue a más con el 0-1 marcado por Guedes. El portugués fue el factor diferencial del encuentro al hacer dos goles en cuatro minutos y poner 0-2 a los suyos.
Le faltó rematar ar la faena con el tercero porque el gen “suicida” del Betis facultaba dejar espacios detrás, pero también creer si marcaba un gol.
Y eso fue lo que ocurrió, que marcó y encima el Valencia CF se quedó con uno menos por una acción evitable de Rodrigo (pasado de revoluciones en algunas acciones del partido).
Y ahí emergió la figura de Neto. Sin grandes paradas apareció el brasileño para no dejar una sola pelota suelta y blocarlo todo. Y sobre todo para dar una sensación de tranquilidad y de dominar la escena que da más puntos de los que la gente puede llegar a imaginar. Sin duda que tener un portero como el brasileño es toda una bendición.