VALÈNCIA. Al parón con tranquilidad. El Valencia ha encontrado en Mestalla la mejor 'medicina' para curar las heridas a domicilio y vislumbrar un final de temporada tranquilo, aunque lejos de las aspiraciones históricas que debe tener un club como el Valencia CF. Con la misma distancia del descenso que de la séptima plaza, el equipo de Javi Gracia ha conseguido asentarse en la zona tranquila de la clasificación.
Esa atmósfera en la que el objetivo de mantener la categoría está casi atado, pero que no da lugar a ningún tipo de ambición europea. Con todo el movimiento que se ha generado en un club lleno de turbulencias deportivas y sociales, la sensación de poder llegar a las últimas diez jornadas sin riesgo de descenso es un bálsamo para una entidad que está con el agua al cuello económicamente y que va a tener que reestructurarse la próxima temporada.
En cuanto al partido, Javi Gracia recuperó su once tipo con el regreso de figuras esenciales y con el 1-4-4-2 el equipo cuajó uno de los mejores partidos de la temporada. El Valencia fue mejor que el Granada hasta los minutos finales. Con el 2-0 y varias ocasiones falladas, los de Javi Gracia se relajaron pensando que el pescado estaba vendido y estuvieron cerca de llevarse un disgusto de los gordos. Pese a ello, el Valencia agarró los tres puntos y va a tener un parón con relativa tranquilidad para preparar el duelo a domicilio ante el Cádiz.
La primera parte del Valencia fue buena. Entró bien al partido y superó a un Granada algo fatigado por sus aventuras en Europa. A los tres minutos los locales ya mandaban en el marcador. Los laterales abrieron mucho el campo y el Valencia generaba superioridad por el centro al asociarse Wass y Álex Blanco con Guedes, Soler o Racic. Los carrileros estaban liberados y Gayà encontró su momento para poner un centro al segundo palo para Wass. El danés estuvo inteligente y se adelantó a su marca para poner el 1-0 con un toque sutil.
Lejos de conformarse, el Valencia siguió dominando y buscando el segundo con intensidad. Le faltó precisión. Guedes recogió un despeje y su disparo lo repelió Rui Silva con un paradón. Álex Blanco y Racic quisieron dar la puntilla en los rechaces, pero la zaga nazarí salvó los muebles con muchos apuros. Se mantenía el 1-0 en el marcador. El Valencia cerró la primera parte con superioridad sobre el Granada, pero con un resultado algo corto tras lo visto sobre el césped.
En la segunda parte, el Granada dio un paso adelante en la presión y se veía a un Valencia más incómodo. Los nazaríes dejaban espacio para lanzar contragolpes y uno de ellos fue letal. Guedes lideró la jugada a la perfección y resistió hasta dos entradas de rivales para poner un pase medido a Álex Blanco. El canterano acertó en la acción más importante que tuvo. Definió cruzado y colocó el segundo. Una renta necesaria para esquivar viejos fantasmas.
El Granada echó el resto y dejaba mucho espacio para que el Valencia pudiese correr. Sin embargo, la falta de acierto de Maxi Gómez dejó a los visitantes con vida y casi la aprovechan. Soldado recortó distancias en el 89 y puso el miedo en el cuerpo al Valencia con cinco minutos de añadido por delante. Finalmente, el Valencia agarró los tres puntos y suma su cuarta victoria consecutiva en Mestalla.