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Hasta ahora 'solo' el ascenso a Segunda A le obligaba a lo anterior

El Hércules tendrá que regularizar su situación con Hacienda para jugar en la Segunda B-Pro 2021/22

9/07/2020 - 

ALICANTE. Tanto si asciende en el césped al fútbol profesional como si logra sobre el mismo el premio de consolación de participar en la Segunda B-Pro, el próximo verano el Hércules tendrá que regularizar su situación con la Agencia Tributaria.

Si no cancela su deuda (en situación irregular desde 2017) o logra un acuerdo de aplazamiento con el fisco, no solo la Liga de Fútbol Profesional (LFP) le cerrará las puertas en las narices, también la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que parece que de una vez se toma en serio (algo habrá tenido que ver la Federación Internacional) el espinoso asunto del 'fair-play' económico y tiene la intención de exigir lo anterior (contar con un certificado positivo de Hacienda) a aquellos clubes que se hayan ganado el derecho deportivo a participar en la campaña 2021/22 en la que será la nueva tercera categoría del fútbol español

Conocedores de la posición que impera en Las Rozas, algunos equipos con aspiraciones de ascenso (y sus territoriales) están intentando persuadir a la RFEF para que desista de lo anterior o, como mal menor, conceda al menos un año de carencia a los clubes que se encuentren en esa situación (al estilo de lo que ocurre con aquellos que ascienden a Segunda División A y han de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas).

Alguien dirá que "bendito problema" pero mucho ojo porque no es lo mismo tener que desembolsar 1,7 millones (la mitad de los casi 3,5 que le adeuda el Hércules a día de hoy al fisco y que este exige junto a un aval bancario para aceptar el pago aplazado del resto de la deuda) para poder competir en Segunda A que para hacerlo en la Segunda B-Pro: por muy distinta que sea esta segunda categoría de la tradicional Segunda B y por mucha comercialización conjunta de derechos audiovisuales que se pretenda, lo que obtenga cada club por ese concepto se quedará a años luz de los seis millones de euros brutos por campaña que se ingresan como mínimo en el escalón más bajo de la LFP. 

3,5 millones de deuda

Pese a carecer de un acuerdo de aplazamiento, en el ejercicio 2019/20 el Hércules ha rebajado su deuda histórica con Hacienda en algo más de 740.000 euros que han salido de las ayudas de la RFEF que le correspondían y que esta le ha ingresado directamente al fisco (563.494 euros, exactamente) y de los contratos de publicidad, patrocinios y televisión que finalmente ha supuesto algo menos de 200.000 euros de los 240.000 que se calculaban en abril por esos tres aspectos (la cancelación de la Liga regular en mayo impidió que se obtuviera lo comprometido a cambio de la cesión de sus derechos audiovisuales (se llegaron a televisar menos de la mitad de los partidos contemplados).

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