VALÈNCIA. Marcelino tiene ante sí un rompecabezas trufado de piezas. El técnico posee un overbooking de alternativas en los costados de difícil solución a menos de dos semanas para cerrarse el plazo para comprar y vender futbolistas, y, por tanto, para dejar definida la plantilla del Valencia 19/20.
Para comenzar, cabría recordar que Marcelino aspira a tener una plantilla de 22 futbolistas. Ahora mismo hay ya en plantilla 24 jugadores y según las palabras del preparador asturiano faltan por llegar tres refuerzos (dos para la defensa y un tercero para la zona de arriba. Es decir, entre unos y otros sumarían 27 en plantilla, no hace falta ir a Salamanca para llegar a una sencilla conclusión numérica: sobran 5 jugadores.
Sólo está clara la portería en la que Jasper Cillessen y Jaume Doménech ocupan las dos plazas de portero, con más opciones de titularidad para el holandés. A partir del marco, la defensa ya va a sufrir cambios sobre la fisonomía actual. De no ocurrir nada raro, Mangalá, que ayer pasó la revisión médica, reforzará el eje de la retaguardia y Jaume Costa el costado izquierdo. Así que estas dos entradas marcarían a dos claros candidatos para las cinco salidas que se deben producir: Javi Jimenez y Salva Ruiz. En el caso del central hay interés del Mirandés y el Huesca, mientras en el caso del lateral izquierdo el mejor posicionado para ser su receptor es el Deportivo de la Coruña. La salida de Salva Ruiz no se puede desbloquear hasta que se cierre la de Jaume Costa.
El principal problema viene en el centro del campo. Marcelino tiene clara y definida la parcela central con Parejo, Kondogbia y Coquelin. Es más, el propio entrenador ya dejó bien claro tras el amistoso en Lisboa que “no vamos a traer ningún futbolista con el cometido específico de suplir las posibles bajas de Parejo”, así que el refuerzo que busca el equipo en la zona creativa apunta más a la delantera que al centro del campo. Cerrado el debate del “suplente” de Parejo, las bandas de la zona ancha están más que rebosantes de efectivos. Así que no parece que sea la zona ancha la receptora de nuevos inquilinos.
Las bandas tienen overbooking, fundamentalmente la derecha. Si los cálculos iniciales hablan siempre de dos futbolistas por puesto, en el caso del costado diestro se acumulan hasta cuatro jugadores: Carlos Soler, Ferran Torres, Kang In Lee y Jason, sin contar a Wass por su rol actual de lateral y su polivalencia. Teniendo en cuenta la voluntad de los propietarios de darle protagonismo a Ferran y a Kang In por proyección y éxitos internacionales acumulados en sus respectivas categorías, dicha situación convierte a Jason en descarte. En el póker para la diestra es el eslabón más débil de la cadena pese a que el director general Mateu Alemany garantizó hace unas fechas que Jason se quedaba en la plantilla. Un misterio.
Aún así sigue habiendo tres futbolistas para esa banda, más la posible llegada de Rafinha que actúa preferentemente en la derecha (aunque circunstancialmente sí podría encajar en el futbolista no específico que llegara para dar descanso a Parejo). La posibilidad de reforzar la plantilla con Rafinha, con acuerdo con el club de Mestalla desde hace meses, sigue abierta de par de en par.
Esa saturación en banda obligaría a Marcelino a pasar a Ferran a la izquierda para competir con Guedes y con Cheryshev. En el caso del ruso (aunque la temporada pasada también vimos ahí al luso en alguna ocasión), parece la cuarta opción para actuar de segunda punta. Situación que se dio en los tramos finales de los amistosos ante Leverkussen e Inter. Curiosamente, tras la reunión en que Singapur reformuló los términos para reconducir la crisis.
Si Ferran va a seguir en el equipo, parece que puede ser una solución entrando a pierna cambiada, lo que empuja circunstancialmente a Cheryshev a la posición de segunda punta para cubrir la petición de Marcelino de contar con cuatro puntas.
Porque en la delantera hay actualmente cinco efectivos. Tres tienen claramente sitio en la plantilla: Gameiro, Maxi Gómez y Rodrigo (a la espera de ver qué pasa con el supuesto ofertón que podría presentar el Atlético de Madrid) y hay dos que no cuentan. Uno es Rubén Sobrino, a quién ya se le ha comunicado que tiene que salir, y el otro es Manu Vallejo. El hecho de que el sábado tuviera asignado el dorsal 2 no es definitivo aunque no augura los mejores presagios para el gaditano al que Marcelino ya le ha dicho también que su sitio está en aceptar una cesión. Su continuidad va a depender de lo que ocurra en los últimos días de mercadeo, pero con Rodrigo, Maxi y Gameiro en la plantilla y las posibilidades de Cheryshev y Guedes en la plantilla, Vallejo lo tiene complicado.
A la espera de las entradas se encuentran las salidas, una actividad que se torna diabólica cuando comienza a jugarse en su vertiente contra el reloj. Quedan dos semanas y el tiempo sigue corriendo.