VALÈNCIA. Mestalla devuelve al Valencia a una final de Copa del Rey diez años después. Los de Marcelino se enfrentarán al FC Barcelona en Sevilla el próximo 25 de mayo tras imponerse al Real Betis gracias a un gol de Rodrigo Moreno en la segunda mitad.
El partido no engañó a nadie. Valencia y Betis trazaron el guión previsto en el primer tiempo. Mejor puesta en escena de los verdiblancos, que fueron cogiéndole el pulso al encuentro hasta hacerse con el dominio por completo. Los de Marcelino se dedicaron a refugiarse en su gran virtud: resistencia a través de la defensa.
Los locales dispusieron de alguna tímida ocasión en los primeros diez minutos y poco más. Cero riesgos tomaron los valencianistas. Un disparo ‘mordido’ de Guedes, otro en semifallo de Rodrigo y un cabezazo alto de Gabriel fue el pobre bagaje ofensivo del Valencia en el primer acto. El Betis por su parte, fue creciendo con el balón. Estaba fino en la salida desde atrás y convertía en estéril la presión del Valencia, aunque le faltaba profundidad para romper el entramado defensivo blanquinegro.
Joaquín mandó el primer aviso a su antigua afición. Sus intenciones las atajó Jaume sin excesivos apuros. Con el paso de los minutos, el Valencia se quedó embotellado en su campo, sin robar el balón al Betis ni tampoco con precisión para enlazar contragolpes. Canales pudo inaugurar el marcador de falta directa. Respondió bien Jaume desviando las intenciones del cántabro de clavar el balón en la escuadra.
En el tramo final del primer periodo, el Betis dispuso de otras dos buenas ocasiones. Lo Celso encontró a Jesé que de primeras golpeó con fuerza a la escuadra. Sin embargo, Jaume sacó a relucir sus reflejos, enviando el cuero a córner. En ese saque de esquina, Mandi cabeceó cerca del palo, dejando el 0-0 y la eliminatoria completamente abierta a falta de 45 minutos.
Tras la reanudación, la intensidad del partido seguía siendo muy alta, un combate de estilos en el que faltaban ocasiones para desequilibrar la balanza. Y golpeó primero el Valencia. Era pie y medio en la final de Sevilla. Piccini trazó una gran jugada individual y asistió a Gameiro. El francés vio a Rodrigo para que pusiera el 1-0 ante la locura de Mestalla.
El Betis tenía que hacer dos goles en poco más de media hora. Mandi tuvo el empate, pero su testarazo no encontró portería. Mientras tanto, Marcelino daba descanso a Rodrigo y Wass, consciente de que una cartulina amarilla podía privarles de jugar la final.
El Betis echó el resto y se lanzó al área del Valencia con centros laterales. Uno de ellos lo peinó Loren, que acarició el empate. En ese acelerón, Canales lanzó un ‘latigazo’ para que Jaume se desquitara de las últimas crítica con una buena intervención. Quedaban cinco minutos y el valencianismo ya tocaba la final con la yema de los dedos.
Finalmente, el Valencia supo gestionar su renta y peleará por un título en el año de su Centenario. Un escenario inmejorable para toda la parroquia blanquinegra.