VALÈNCIA. Una idea basada en un concepto: competir. Rubén Baraja finalizó la temporada pasada obsesionado con esa idea, la de vender cara la piel fuera cual fuera el resultado final. La desesperación de la campaña anterior al ver como el equipo se desconectaba en duelos directos en los que se jugaba la vida (Cádiz, Almería, Mallorca) llevó al vallisoletano a replantear la base del equipo pese a las pocas herramientas que los rectores del club le dieron en verano.
De entrada, y para cambiar la mentalidad, había que modificar la atmósfera del vestuario. Ilaix, Castillejo, Cavani, Herrerín e incluso Yunus, no eran futbolistas que entraran en la idea del entrenador; no por su calidad, sí por su compromiso por la causa.
Teniendo claro el objetivo marcado por la propiedad -mantener la categoría- era más necesario un vestuario dispuesto a ponerse en la cara las pinturas de guerra en cada pelota. Y, más allá de los resultados, esa cualidad del equipo es a día de hoy innegable. Cualquiera de los entrenadores que se han enfrentado este año al Valencia la han ido destacando. Por ejemplo, ya Mendilibar en la primera jornada dijo del Valencia CF: "Es un equipo que trata de apretar arriba como hacemos nosotros y con esa gente joven son los que realmente creen en lo que propone el míster. Lo que hemos visto en pretemporada lo han hecho bastante bien". El actual entrenador subcampeón de Copa, Jagoba Arrasate también incidió en el compromiso del equipo: “Han demostrado hambre, que corre, que pelea cada balón, que son muy verticales, que son profundos… y un entrenador que confía en esos chavales. Si tú ves al equipo, lo ves muy comprometido con lo que hacen". El valenciano Vicente Moreno, también habló de la mentalidad del equipo de Baraja: "Se lo dejan todo en el campo con calidad. Reúne calidad, físico y ganas de comerse el mundo, pero sobre todo confianza, que es lo que da las victorias". Y el "vasco" Aguirre tampoco escatimó elogios para el empuje del equipo del Pipo: "Es un equipo dinámico, intenso, atrevido".
¿Todo ello se traduce en números? A simple vista se podría pensar que no. El equipo está en la zona media de la tabla (como en los últimos 4 años) y tiene una media de goles encajados (11) similar a la de temporadas atrás.
Sin embargo, bajando a la letra pequeña encontramos datos que hablan de un Valencia que concede mucho menos con respecto al de años atrás. Por ejemplo, los de Mestalla son actualmente el equipo que menos disparos recibe de toda la liga (84). Además de ello es el 7º equipo que más intercepciones defensivas realiza de todo el campeonato (69). Y para reafirmar estos parámetros hay que decir que Giorgi Mamardashvili es el décimo segundo guardameta que más para del campeonato cuando la temporada anterior estuvo ocupando los primeros lugares de este ranking. Actualmente cuenta con 23 disparos detenidos lo que supone una media de 2.56 por encuentro y le sitúan -por contextualizar- con sólo una parada realizada más que Oblak y dos más que Ter Stegen.
En definitiva, el trabajo de Baraja se traduce en que su equipo concede mucho menos y sufre menos llegadas del rival gracias a su vertiente competitiva. Pese a que se echan en falta más victorias, la balanza para arañar puntos la ha equilibrado el Pipo cerrando el grifo de las concesiones a los rivales.