VALÈNCIA. La nueva lesión de Campaña cayó como plomo en los planes de Alessio cuando, una vez superó su sanción de dos partidos tras la expulsión por protestar ante el Mallorca, el sevillano se tuvo que retirar de una sesión un martes por la mañana en Buñol debido problemas en el sóleo. Una microrrotura en su pierna diestra está apartando al centrocampista de los terrenos de juego y su fecha de vuelta no está clara. La zona de la dolencia, siempre complicada, arrojó incertidumbre sobre el momento de su regreso y el propio entrenador confirmó lo variable del tiempo de lesión: "No te voy a mentir, podría estar pronto como podría superar el mes de baja", dijo el italiano en la rueda de prensa previa al duelo ante el Betis.
Lo cierto es que Campaña va camino de superar ese mes -ya lo ha sobrepasado si se cuentan los encuentros perdidos por sanción, ante Cádiz y Gatafe-. Fue el 8 de febrero cuando hubo de retirarse del entrenamiento y su presumible ausencia también para la cita de San Mamés llevarán al andaluz a completar las cuatro semanas en el dique seco. Y en ese tiempo, el Levante ha superado su vacío en la medular. Alessio ha logrado tapar su agujero principalmente con el cambio de sistema: hoy, con la defensa impar asentada en los esquemas, el rompecabezas del romano consiste en encontrarle acompañante a Pepelu en un círculo central que ya carbura. Esa es la posición que probablemente espere al '24' granota una vez consume su regreso.
Y es que antes de su sanción y posterior lesión, Campaña era imprescindible para Alessio. El sevillano es el único centrocampista alineado como titular siempre que ha estado disponible. Ni siquiera el propio Pepelu, que ha elevado su estatus al son del italiano, ha iniciado en todos los encuentros -fue suplente en Cornellà-. Con Campaña comparte condición Rubén Vezo, también aquejado por su lesión muscular pero que hoy ya apunta a Bilbao. En cualquier caso, la lesión del centrocampista trastocó a todas luces los planes del técnico hasta que las remiendas, también provocadas por las ausencias en defensa, le hicieron dar con una tecla que está funcionando en Orriols. Ahora el debate interno del cuerpo técnico se posa sobre dónde y cómo colocar a un futbolista que se prevé importante, en cualquier caso, en los planes del preparador transalpino en la intentona por la permanencia.
Durante dos veranos ha sido habitual el 'culebrón Campaña' en el Ciutat de València y este próximo período estival de fichajes puede emprender el mismo camino. Eso sí, el contrato del andaluz, que se alarga en el Levante hasta 2023, tiene un asterisco importante y que ya confirmó Quico Catalán: si el club desciende a Segunda, Campaña podría salir de Orriols sin dificultades; eso sí, si el Levante le mantiene el salario de Primera pero en la categoría de plata, entonces "no tendría por qué salir libre", según explicó el presidente. El problema es que el sevillano es el mejor pagado del vestuario granota e igualarle los alrededor de tres millones de euros brutos de su ficha se antoja, en principio, complicado en caso de descenso.
El Levante pudo hacer caja con Campaña antes de la explosión de la pandemia, cuando el jugador despuntó definitivamente a nivel nacional e incluso fuera de las fronteras nacionales. Pidió al Área Deportiva de Manolo Salvador y David Navarro que se escuchasen ofertas pero el club demandó, como mínimo, la mitad de su claúsula de rescisión de 60 millones de euros para negociar su marcha. Clubes como el Leeds de Víctor Orta, que en septiembre de 2020 agitó con fuerza el mercado de fichajes, llegaron a tocar a su puerta y a darse la vuelta una vez toparon con las pretensiones granotas. La intención de aprovechar su gran rendimiento deportivo en ese momento para exprimir el económico fue sobre ruedas cuando en octubre fue reclutado por Luis Enrique para la Selección, pero su lesión de isquios en diciembre arruinó aquellos planes.