Elon Musk y Peter Lim

VALÈNCIA. El lunático y circense empresario norteamericano, Elon Musk, viralizó en la madrugada del miércoles otra de sus frases en Twitter, red social que compró hace unos meses. "¡Renunciaré como CEO tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el puesto!", dijo Musk.

Me enteré de la noticia en el canal 24 horas de TVE, mientras desayunaba. La información venía acompañada de imágenes del magnate bailando o en situaciones que a mí me parecían grotescas, ridículas o, en todo caso, fuera de contexto. Supongo que por su actitud, a mayor fortuna, menor sentido del ridículo. Pensé en este artículo de opinión y en Peter Lim. Musk tiene cosas de Lim y de Anil Murthy. El comportamiento bufonesco y su ego es de Anil, su despotismo es similar al de Lim. Ambos se han comprado un juguete -Lim un club, Musk una red social- y están echándolo a perder. A ambos les gusta ejercer la censura y decapitar empleados, a ambos les gusta fardar de su propiedad.

Cuando Musk compró Twitter se personó en la sede de su nueva empresa llevando un lavamanos, un fregadero de piedra blanco. En su perfil en esa plataforma, el multimillonario escribió: "Entrando en la sede de Twitter, ¡asimílenlo!". El mensaje incluía la palabra "lavamanos", que hacía referencia a lo que suponía su entrada en el edificio y en la empresa. Llegaba a hacer limpieza.

Lim no ha hecho nada similar, bueno depurar empleados sí, aunque alguna pila de lavado ha metido en el consejo de administración, la plantilla y el banquillo, como Murthy, Aderllan Santos o Gary Neville, por ejemplo.

Ahora, Musk, busca "un tonto" para ejercer la dirección de Twitter, aunque ya ha advertido que marcará el ritmo del día a día. Lim lleva colocando a supuestos tontos útiles en el Valencia CF desde 2014, hasta que dejan de serlo, y me refiero a su presunta utilidad, que luego se constata que es inutilidad, realmente. El último a quien ha colocado es a su hijo Kiat, y antes trajo de vuelta a Layhoon y Kim Koh. A estos no los considera tontos, pero ¿serán útiles? y en ese supuesto... ¿A qué o a quién?, ¿a Meriton o al club? Responded a esa pregunta. Es fácil.

Porque de momento, la imagen de un Mestalla vacío y a los exjugadores huérfanos del calor del público en lo que supuestamente iba a ser un partido de homenaje al estadio más antiguo de LaLiga los ha señalado como torpes y ya no tienen a Murthy, el gran tonto útil de Lim, para echarle la culpa.