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Érase una vez

23/01/2022 - 

VALÈNCIA. En menos de siete días, el Valencia se ha enfrentado al Sevilla y al Atlético de Madrid. Estos dos equipos parecen jugar en otra Liga. No hablo del resultado que refleja el marcador, sino a nivel de club. A día de hoy, la distancia entre el Valencia de Meriton y el Sevilla o el Atlético es abismal. Ambos conjuntos han ocupado la plaza de mérito que dejó vacante el Valencia cuando llegó Meriton. Hace poco más de diez años, la supremacía de Mestalla era incuestionable. Lo que ahora escribo no es un cuento de hadas, de esos que empiezan con el érase una vez, sino que sucedió de verdad. Por aquel entonces, el Valencia disfrutaba de las noches mágicas de la Champions, jugaba finales y celebraba títulos. Mientras, el Sevilla y el Atlético purgaban la culpa de sus malas gestiones deportivas en Segunda. Ahora, el Sevilla y el Atlético, que estaban por detrás en todo, nos han adelantado por tierra, mar y aire. ¡Cuanto han cambiado las cosas en la última década! ¡Que mal se han hecho las cosas en Mestalla!

Recuerdo que a principios de 2000 se creó el G-14, colectivo formado por los mejores clubes de Europa para defender sus intereses ante la UEFA y la FIFA. Solo había dos equipos españoles: Barça y Madrid. En ese club de privilegio se encontraban el Liverpool, Manchester United, Milán, Juventus, Bayern o el PSG entre otros. Dos años después, y gracias a su modélica gestión futbolística, el Valencia entró a formar parte de ese selecto grupo continental en lo que pasó a denominarse el G-18. Los grandes solo aceptaron a cuatro clubes. Uno de esos equipos adheridos, junto al Arsenal, Leverkusen y Lyon, fue el Valencia. El Sevilla tardaría siete años en llegar. Del Atlético ni siquiera había noticias. El Valencia les ganaba en todo: títulos, ingresos, presupuesto, contrato de televisión…. Mestalla era el octavo equipo del ranking europeo. Este año, el Atlético ocupa la décima posición, el Sevilla es undécimo, y para encontrar al Valencia hay que bajar hasta la trigésimo séptima plaza. Casi nada.

Aquel Valencia era tan grande, que estuvo muy cerca de fichar a la estrella del Atlético. De hecho, Fernando Torres tuvo un compromiso con el club de Mestalla que, por cuestiones que ahora no vienen al caso, no se ejecutó. Desde ese púlpito, el Valencia pescaba en el Calderón. Si había que firmar a Baraja, se firmaba. Y se ganaban Ligas. Hoy en día, el Atlético te chulea a Kondogbia o Rodrigo o te coloca saldos de grandes rebajas post balance como Vietto o Siqueira. También el Sevilla andaba a otro nivel. Por detrás. Nervión solo podía acceder a firmar al suplente de Mestalla: Palop. Hoy, tras el empate del pasado miércoles, el Sevilla está a más de quince puntos en la tabla. Demasiado lejos. Inalcanzable. Mientras que el Atlético y el Sevilla buscan ahondar en la herida de Mestalla con Wass o algún futbolista que se ponga a tiro, el Valencia busca jugadores cedidos que ninguno de ellos contenta a su entrenador. En esas guerras anda el club… Una verdadera pena.

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