VALÈNCIA. Cerrar etapas no siempre es fácil aunque normalmente quiere decir que empiezas alguno nuevo puede que incluso mejor. Los últimos años para Noemí Sempere (21/03/1997 Elche) no han sido nada fáciles a causa de las lesiones. La atleta del Proyecto FER en salto de longitud tiene un gran reto esta temporada: participar en el Campeonato de España sub23. Su gran ilusión: cerrar las categorías inferiores con un oro nacional. Sus expectativas del 2019: dar el salto a nivel deportivo, académico y personal.
Las lesiones han determinado el camino de Noemí hasta donde se encuentra ahora aunque nunca han sido lo suficientemente graves para que lo obligaran a cambiar el mismo. Ya desde los inicios, fueron la causa de que la valenciana esté compitiendo en salto de longitud. “Siempre he hecho algún deporte, pero a raíz de ganar la primera milla escolar en la que corrí, cuando tenía 8 años, decidí apuntarme a la escuela del CA Elche Decatlón. Club que me ha visto crecer y en el que a día de hoy todavía sigo. Cuando empecé hacía un poco de todo, me gustaban mucho las pruebas combinadas, pero por problemas físicos tuve que dejarlas y me centré más en vallas y longitud. En juvenil, una lesión días antes de mi primer internacional me obligó a despedirme de las vallas y centrarme en el salto de longitud, prueba en la que me había hecho la mínima. Desde entonces mis entrenamientos se enfocan hacia longitud y velocidad”, cuenta a Plazadeportiva.com Noemí.
Esos inicios bien pudieron haber sido la crónica de una temporada anunciada pues, el año pasado, la deportista del Proyecto FER fue “difícil” para ella a causa, precisamente, de las lesiones. Por fortuna, Noemí pudo llevarse más de una alegría. Las dolencias no pudieron con ella: “La Pista Cubierta no pude prepararla a penas por varias lesiones. Me presenté al nacional sub23 tras un mes prácticamente parada, aunque allí me llevé una alegría y me colgué el bronce. Además, una semana después conseguí de nuevo meterme en la final del Campeonato de España Absoluto para cerrar la temporada. La temporada de Aire Libre empezó con otro bronce al cuello, esta vez en el Campeonato de España Universitario. Terminó con otra tercera posición en el nacional sub23, donde igualé mi marca personal pese a una lesión en el tobillo de batida. Lesión que me impidió acabar la competición semanas después en el nacional absoluto, siendo de nuevo finalista, pero con el mal trago de tener que retirarme por el dolor”.
No hay orgullo más grande para un deportista que superar las adversidades. Noemí confiesa que la mejor experiencia que había tenido hasta este año era su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en China en 2014, donde consiguió la undécima posición. Sin embargo, “no había sido tan feliz” desde entonces hasta que consiguió el pódium en el Campeonato de España sub23, “tras cinco temporadas (ya contando esta) marcadas por las lesiones en los tobillos” la pasada campaña. La valenciana reconoce que “no pude evitarlo y me eché a llorar, pero esta vez era de alegría, nada me hacía más ilusión que haber podido disfrutar de una competición nuevamente”.
Seguramente no cualquier deportista puede pasar por repetidas lesiones y conseguir objetivos pese a todo. Las cualidades de la valenciana, sin duda, han ayudado en ese arduo proceso: “Me defino como una deportista autoexigente. Soy bastante perfeccionista. Esfuerzo, constancia y paciencia, mucha paciencia. Algunas personas ven la exigencia como algo negativo, pero siendo consciente de hasta dónde te puedes exigir, creo que es una herramienta más de motivación”.
Después de haber pasado por eso, los objetivos de Noemí este año pasan por “intentar encadenar competiciones y entrenamientos sin molestias físicas, eso ya me haría muy feliz”. En concreto, “el objetivo a largo plazo es el Campeonato de España sub23 y, si todo va bien, luchar por meterme en el Campeonato de Europa sub23. No me gusta pensar en medallas, aunque es cierto que nada me gustaría más que cerrar las categorías inferiores con un oro en el nacional”.
Esa es la ilusión de la deportista del Proyecto FER para cerrar una etapa aunque admite que “muchas de mis compañeras y rivales en el foso tienen calidad de sobra para conseguirlo también, por lo que prefiero centrarme en que salga una buena competición a nivel personal y no obsesionarme con posiciones”. Las expectativas de Noemí para el 2019 son poder “dar el salto”, literal y figuradamente: “Tanto a nivel deportivo como académico y personal, creo que es un año para avanzar y crecer”.
La ilicitana está en estos momentos estudiando el último curso Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y “no me puedo quejar de los resultados”. Noemí explica que “intento sacar tiempo para todo, aunque a veces sea difícil encontrar un hueco entre mis entrenamientos, la universidad y las prácticas. No diría que he tenido que hacer sacrificios, porque realmente estoy haciendo lo que me gusta y no resulta un sacrificio para mí. Seguramente descuide un poco más esa parte social cuando me veo muy ocupada, pero no me gusta apartarla del todo porque lo considero un pilar más que es necesario tener en pie para que las cosas funcionen”.
Con la ayuda del Proyecto FER todo se hace más fácil. La deportista asegura que “a nivel económico suponen un empujón para llevarlo todo: entrenador, fisioterapeutas, nutricionista, competiciones, viajes” y a nivel personal “hay un trato muy atento, intentando echar una mano en lo que puedan y preocupándose por tu evolución”. Además, Noemí no puede tener más suerte porque en el seno de la organización tiene a su principal referente en salto de longitud. “Desde muy pequeña mi referente a nivel nacional ha sido Concha Montaner. Aún recuerdo la primera competición en la que pude compartir foso con ella, en un Control Nocturno que se hizo en Elche. He tenido la suerte de coincidir muchas veces en competiciones ya que somos de la misma comunidad, y para mí refleja valores esenciales del atletismo: la constancia, la superación, la determinación… Además, me parece una atleta muy humilde y trabajadora”.