El Llevant dio una lección de honestidad, tras las derrotas ante Mallorca y Athletic, la primera de ellas sonrojante. El Leganés, que venció en San Mamés, sigue vivo en la pelea por la permanencia, de una forma casi inverosímil, gracias a la actitud, esta vez encomiable, del equipo de Paco López. Seguramente acabará descendiendo, ya que debe ganar al Madrid y que el Celta no gane en Sarrià, pero sigue vivo, con ilusión, y la escuadra celtiña, acongojada y al borde la depresión.
El partido de ayer fue un canto de esperanza por una competición limpia y honesta, aspectos tantas veces puestos en entredicho, con motivos más que sobrados. El mérito es de López que, finalmente y sin absolutamente nada juego –ni ascender un puesto en la tabla–, ha convencido a sus hombres de que el fútbol merecía un Llevant como el que vimos ayer, un dechado de virtudes y de creatividad.
Cierto es que se enfrentó a un equipo destrozado en todos los órdenes y que, en ninguno de los casos, se diseñó con la expectativa de llegar a la última jornada con 36 puntos y el agua al cuello. El Celta, plagado de futbolistas deseados y con un caché considerable, no se parece en nada a un verdadero equipo. Es el empuje de Aspas y diez más. Poca cosa, en realidad. El Llevant, con un fútbol combinativo brillante, una presión en todo el campo y dinamita en ataque, sacó los colores a los gallegos, desbordados en defensa e inocuos en ataque, revitalizados tan solo por algún arreón de coraje y una efectividad superlativa.
El marcador de hecho es engañoso. Y aún pudo serlo más. El Llevant hizo méritos para vencer más ampliamente, pero el Celta se metió en el partido tras neutralizar el 0-2 y se vio con opciones de remontar, o al menos empatar, tras la expulsión de Miramón en el 58’, un tanto rigurosa y alimentada por la pillería sin límites de Aspas, que entró al balón con idénticos tacos y la plancha a la misma altura que el lateral granota.
El Celta llegó a tener un botín que le arrebató el VAR en el descuento, cuando Nolito marcó gol con un compañero en fuera de juego tapando a Koke. La anulación era clara y no por ello menos dolorosa. El Llevant se llevó los tres puntos porque se supo superior desde el primer minuto, como conjunto, y porque puso todo sobre el césped para vencer. Un partido para rescatar el orgull granota, para anotar algunas actitudes que jamás debieron darse y para aplaudir con ahínco por el error enmendado.
El Getafe espera, para cerrar la liga. Y el Llevant vuelve a ser juez. Dos plazas europeas están en liza, con cuatro candidatos. Los granota podrían apear al Getafe de sus aspiraciones y dar opciones a Real Sociedad, Granada o… incluso al Valencia. Esperemos ver al mismo equipo de hoy y que el fútbol decida.
Celta 2-3 Llevant UD
UNO A UNO: Koke (4); Miramón (6), Pier (5), Vezo (7), Clerc (8); Bardhi (8) (Melero (5) 77’), Campaña (7), Radoja (6) (Postigo (sc) 90’), Rochina (7) (Vukcevic (sc) 90’); Mayoral (7) (Morales (6) 77’), Roger (7) (Coke (5) 66’).
—Paco López (9)
GOLES: 0-1 Bardhi 10’; 0-2 Bardhi 27’; 1-2 Mina 35’; 2-2 Aspas 45’; 2-3 Mayoral 51’