VALÈNCIA. En Inglaterra siguen colocando al Valencia como uno de los pretendientes más directos de Nicolás Otamendi. Un verano más. Según The Sun, el Manchester City "está listo" para rebajar el precio de venta del argentino, que termina contrato en 2022 y que puede salir del Etihad por una cantidad que ronde los 10 millones de euros. El Nápoles también es otro de los que pujan fuerte de acuerdo con el diario inglés y el fichaje del zaguero holandés Nathan Aké por los citizens abre de par en par las puertas del exvalencianista hacia un nuevo destino.
Un destino que difícilmente será Mestalla. El primer y más claro obstáculo es que Otamendi ocupa plaza de extracomunitario y esa es, precisamente, una de las barreras que se está encontrando el Valencia para incorporar a uno de los futbolistas ya contactados de lleno en este mercado, Yangel Herrera. Con el cupo cubierto -con Maxi Gómez, Kang In Lee y Gabriel Paulista-, el club está esperando a que se oficialice la nacionalización del central brasileño y, mientras tanto, no puede prometer a Yangel que pueda estar inscrito el próximo curso. Lo mismo ocurriría con Otamendi. Kang In es una apuesta de la entidad y no está previsto que Maxi salga si no llega una oferta mareante. Por eso el regreso del argentino necesita más de una carambola que no está en la hoja de ruta inicial.
Además, no es la primera vez que el Valencia se encuentra el pasaporte de Otamendi como un impedimento. Ya en el mercado invernal de 2014 el club le fichó procedente del Oporto sin reparar en que no tenía el pasaporte italiano que le aseguraba como jugador con ficha comunitaria. En ese momento, Vinícius Araujo, Jonas y Vargas ocupaban esas tres plazas límite y el Oporto se desentendió del problema del Valencia. Hubo que inventar y la dirección deportiva, entonces capitaneada por Rufete y su revolución en cuestión de un mes, envió al central a jugar al Atlético Mineiro en busca de minutos antes de que completase una temporada de ensueño en Mestalla.
Por otro lado, Otamendi tiene un salario que supera los 6 millones de euros netos por temporada, ficha prohibitiva para las arcas valencianistas sin Europa y a efectos del Fair Play Financiero. En este sentido, el tabloide apunta que el Valencia podría pagar unas 100.000 libras por semana al jugador, un montante que ligeramente superaría los 4 millones de euros. Es otra piedra para el retorno de Otamendi: unos emolumentos que se tendrían que ver rebajados.