Pijama de leopardo, ataques con un tenedor, baño con un extintor, el pimiento calabrés y 007... el lado divertido y furioso de Gattuso

VALÈNCIA. En abril de 2014 Andrea Pirlo publicó en Italia su autobiografía 'Penso, quindi gioco' (Pienso, luego juego) en la que revelaba detalles y momentos de su carrera como futbolista que jamás habían trascendido. Entre las cosas que cuenta, son especialmente divertidas las alusiones -y los ataques- a Gennaro Gattuso, nuevo entrenador del Valencia CF. Pirlo descubre que, pese a su semblante serio, es un bromista. Y que alguna broma a Gattuso estuvo cerca de costarle un disgusto. "Todo el mundo piensa que Pirlo es serio, pero está más loco que Gattuso", dice la prensa italiana.

El pijama de leopardo y el susto.- En las concentraciones con la selección de Italia, explica Pirlo que Daniele De Rossi siempre se escondía debajo de la cama de Gattuso y esperaba. "Podía estar hasta media hora. Gattuso entraba, se lavaba los dientes, se ponía su pijama de leopardo, leía un poco y miraba algunas fotos. Justo cuando estaba a punto de caer rendido, Daniele se levantaba mientras yo salía de mi escondite en el armario y le dábamos un susto. Rino siempre se lo tomó bien, a pesar de estar cerca de que le diese un infarto. Le pegaba a De Rossi y luego a mí, para demostrar que también sabía cómo tratarnos".

Un baño con un extintor.- En otra ocasión, sigue Pirlo, "le dimos un baño con un extintor. El empate ante Irlanda a domicilio fue suficiente para clasificarnos para el Mundial 2010, de modo que el partido ante Chipre era prácticamente un amistoso y así nos lo tomamos realmente. Lippi nos dio la noche libre en Florencia y casi todos fuimos a cenar, pero Gatusso no. Estábamos borrachos. Nos quedamos en el salón hablando un rato. No estábamos cansados así que necesitábamos alguna distracción; todos pensamos igual, 'vamos a joder a Gattuso".

"Estaba casi dormido", continúa Pirlo, "al pasar por el pasillo, De Rossi vio un extintor y tuvo una gran idea. Al llamar a la puerta, Rino salió y Daniele empezó a rociarlo con el extintor de arriba a abajo, antes de salir corriendo a esconderse a su habitación. De Rossi se marchó y me dejó a merced de ese monstruo enfurecido en calzoncillos, gritando a todo el mundo en un estado de ira. Intenté huir, pero era imposible. Si Gattuso enfurecido te persigue, puedes correr lo que quieras, pero siempre te alcanzará. Así fue, y me dio todo su repertorio de bofetadas".

Atacaba a sus compañeros con un tenedor. - Pirlo indica en su libro que Rino siempre fue su "víctima favorita", a pesar de que estuvo a punto de matarlo con un tenedor. "Durante las comidas en Milanello, inventamos mil maneras de atormentarle. Cuando conjugaba mal algún verbo (casi siempre), enseguida se lo decíamos e incluso cuando lo hacía bien le decíamos que no para volverle loco. Ambrosini, Nesta, Inzaghi, Abbiati, Oddo y yo éramos 'el grupo de la muerte'.  Sabíamos lo que pasaría a continuación, así que todos cogíamos los cuchillos para esconderlos. Gattuso cogía entonces un tenedor e intentaba clavárnoslo. En más de una ocasión, acertaba y hundía el tenedor en nuestra piel. Alguno de nosotros se perdió partidos por los ataques de Rino, siendo la explicación oficial del club la de molestias musculares".

Le llamaban Terrone.- Pirlo dibuja lo que sucedía en el vestuario del Milan cada que vez que Gattuso quería decir algo: "Al no ser un hombre de letras ni un gran orador, cada vez que Rino abría la boca el vestuarío se convertía en el 'Carnaval de Rino'. La gente empezaba a vitorear, imitar sonidos de trompetas, hacer la conga... Siempre lo mismo, nunca le dejábamos terminar. Solía llamarle terrone (término despectivo del sur de Italia).

Le bloqueaban la puerta con sofás.- Pirlo continúa con sus episodios sobre Gattuso. Dice que los jugadores se apartaban de su camino "cuando enloquecía", pero que cuando se calmaba y se iba a su cuarto, volvían "a la carga, bloqueando su puerta con sillones". 'Dejadme salir. El entreno empieza en breve', gritaba Gattuso.  'Jódete, terrone (campesino)', le contestábamos. Entonces se volvía loco y destrozaba todo lo que tenía al alcance. Pero a pesar de sus enfados, era uno de los tipos buenos", reflexiona Pirlo.

El chándal del Mundial de Alemania.- Andrea Pirlo descubre que Gattuso era supersticioso y explica que "en el Mundial 2006, como las cosas iban bien, Rino no se cambió el chándal en un mes. 40 grados en Alemania y él vestido casi como un buzo. A partir de cuartos de final, la cosa empezaba a oler. Con extintor o sin él, el olor no se iría". Italia acabó ganado aquel Mundial superando en la final a Francia en los penaltis.

Comió caracoles vivos.- Gattuso llegó a comerse caracoles vivos tras un entrenamiento en Milanello, ciudad deportiva del AC Milan. Apostaba con alguno de sus compañeros y cuando perdía, estos le obligaban a comerse los caracoles que había por la ciudad deportiva.

Escribió su autobiografía

En 2007, siete años antes que se atreviera Andrea Pirlo, Gattuso escribió su autobiografía 'Se uno nasce quadrato non muere tondo' (Si uno nace cuadrado no muere redondo). En este libro Gattuso habla de sí mismo con ironía. Repasa su infancia calabresa y luego su carrera futbolística, desde su debut en Perugia hasta el campeonato escocés, desde los triunfos en Milán hasta la aventura de la Copa del Mundo.

Rino Gattuso califica su libro son ironía, describiéndolo como "una obra fundamental" de la literatura calabresa. El título del primer capítulo es: "El hombre desciende de Gattuso".  Natural de Corigliano Calabro, pequeña localidad pesquera de la provincia de Cosenza en Calabria, Rino cuenta con humor cómo llegó a proclamarse campeón del mundo con Italia en 2006 tras criarse en su pueblo.

Gattuso se describe como "un desastre" en la escuela. Pasaba las clases mientras leía los periódicos deportivos. "Alguno de mis compañeros de equipo dicen de mí que ‘maté al profesor de italiano cuando era pequeño’", manifiesta sobre su etapa de estudiante. "Mi escuela fue el fútbol; los libros, mi somnífero", agrega en otro capítulo.

Fichó por el Perugia a los 17 años. Iba a los entrenamientos en una Vespa. Luego, a los 19, firmó por el Glasgow Rangers. "Soy un escocés que, por casualidad, nació en Calabria", comenta. En Glasgow conoció a su mujer, también de origen calabrés. El día de su presentación, Gattuso preguntaba de quién era la fotografía de una mujer colgada por todos los rincones: "Es la Reina de Inglaterra", le explicaron.

En su periplo escocés, donde conectó rápidamente con la hinchada por su fútbol temperamental, David Murray, el presidente del Rangers, le invitó a su casa para cerrar su fichaje. Allí Gattuso coincidió con Sean Connery y Catherine Zeta Jones. "Fue una escena de película. Yo negociando un traspaso y 007 ofreciéndome té", dice en su autobiografía.

En el Rangers, Paul Gascoigne también le gastó bromas pesadas, como cuando le llenó los calcetines de heces o falsificó una petición al club para doblar sus clases de inglés. 

"Todos los que me vean jugar, después de haberme leído, comprenderán que en cualquier trabajo que uno haga, aunque no tenga el talento de los virtuosos, podrá obtener la victoria más importante si se emplea al máximo y ama con fuerza aquello que hace", argumenta en su libro sobre lo que había supuesto su carrera.

La frase del Mundial de Alemania.- "Es un insulto al fútbol que a alguien se le ocurra afirmar que el símbolo de Alemania 2006 soy ahora yo en lugar de Ronaldinho. Es cómo comparar un dibujo de mi hija con un Van Gogh". Sobre Ronaldinho añade en su libro que "marcarlo es acabar dolorido".

Su droga.- Preguntado en una ocasión por el doping, Gattuso dijo que su única droga era "el pimiento calabrés", una variedad de pimiento muy picante.

Ringhio.- A Gattuso se le pusieron muchos motes en su etapa como jugador. Rino, Pitbull o Ringhio. El más popular es este último. Ringhio es una palabra italiana que se refiere al gruñido del perro. El apodo se lo pusieron en el Milan.

Negocio de importación de pescado.- Hijo de pescadores y orgulloso de su origen humilde, el nuevo entrenador del Valencia tiene una empresa de importación de pescado. Lo pescan en Calabria, lo congelan y lo vende en restaurantes de Milán.

Un restaurante.- En enero de 2010 en Gallarate, un pueblo cercano a Milán, abrió una marisquería. "Esta pescadería es un sueño hecho realidad para mí. Quería convertirme en pescador cuando era niño, pero los acontecimientos de la vida me han llevado más tarde en diferentes direcciones”, dijo en la inauguración del evento a la que acudieron jugadores como Ronaldinho y David Beckham. El nombre del restaurante, donde se puede comer pescado fresco a buen precio, es Gattuso e Bianchi que comparte con su amigo Andrea Bianchi, socio en este negocio