VALÈNCIA. Pese a que el Valencia CF está a 4 puntos de salir de los puestos de descenso y quedan 27 por disputarse las sensaciones en torno al equipo son tremendamente negativas. Abril se presentaba como la gran oportunidad con 5 enfrentamientos directos con rivales en la misma pelea de eludir el descenso, y disputados los dos primeros encuentros (Almería y Sevilla), la decepción no puede ser más elocuente tras los cero puntos obtenidos.
La fortaleza como local del efecto Baraja se ha diluido y los números como visitante siguen siendo igual de negativos. La faceta anotadora del equipo sigue bajo mínimos (4 goles en 8 partidos) y la de goles en contra se ha incrementado de manera considerable en los últimos 4 encuentros (8 goles encajados contra 2 en los primeros 4), la involución del equipo hace temer lo peor.
Los rostros y actitudes de impotencia de los jugadores en el encuentro ante el Sevilla y la actitud de Cavani contra el entrenador en su sustitución son muestras que pueden llevar a pensar que el vestuario pudiera arrojar la toalla y dejarse ir. Ocurra lo que ocurra el cuerpo técnico tiene claro que no va a permitir tal circunstancia.
Primero, porque aunque saben que el margen se está estrechando considerablemente, son conscientes de que aún tienen un gran porcentaje de la salvación en su mano. Segundo porque el aspecto mental es fundamental a la hora de revertir una situación en la que piensan que son peores las sensaciones que los números (a 4 puntos de la salvación). Y tercero, porque ocurra lo que ocurra Baraja y Marchena son conocedores del peso del escudo de la entidad y de la obligación de dar una imagen de pelea hasta el último instante.
Una de los principales cometidos es el de evitar entrar en "modo pánico", y se intenta luchar contra ello a toda costa. Sin ir más lejos, "SER Deportivos Valencia" desvelaba que vestuario y entrenador trataron el tema de la reacción de Cavani tras ser sustituido ante el Sevilla y entendieron que la respuesta del vestuario es positiva y que los futbolistas pretenden apurar todas las opciones posibles para la salvación. Se intenta construir un clima de pensamiento positivo y desterrar la fatalidad que se percibe en el ambiente. Elche se presume como la vara de medir para saber si aún hay oportunidades, y por el momento el cuerpo técnico se ha encontrado la respuesta de una parte del vestuario ya que Gayà, Castillejo, Gabriel, Jaume, Foulquier, Nico y Kluivert, han ido a trabajar en la jornada libre.