VALÈNCIA. Rubén Iranzo salió catapultado con estruendo hacia el fútbol de élite por una entrada abajo sobre Jorge De Frutos para neutralizar un contragolpe del Levante en el derbi de la capital del Turia. Esa acción define a 'Rubo' un central "rápido y expeditivo en la marca del rival" que no suele hacer prisioneros, según los técnicos de la Academia de Paterna. Con una amarilla en la mochila, Rubo fue al suelo para impedir que De Frutos cabalgara hasta Cillessen y la plancha de su pie derecho 'rascó' el tendón de Aquiles del segoviano. González Fuertes, sorprendentemente, no señaló falta en un claro error de apreciación. En la jugada siguiente el Valencia hizo el cuarto tanto.
Las redes sociales echaron humo automáticamente. "Es expulsión", protestó la afición granota. "¿Quién es ese jugador?", se preguntó la hinchada del murciélago que no frecuenta Paterna. El central canterano de 18 años entró con ruido en LaLiga sin acusar la presión del debut ni el escenario. "A nosotros no nos sorprendió. Tiene mucha personalidad", dice un técnico de Paterna.
Rubén 'Rubo' Iranzo (14/03/2003, Picanya) lleva en la ciudad deportiva desde categoría benjamín. Pese a que debutó con el primer equipo como lateral derecho de emergencia por los problemas de Piccini, su demarcación es la de central. Xavi Mocholí, coordinador técnico de Fútbol 7 del Valencia CF en 2011 y actual coordinador nacional de captación del Real Madrid, lo encontró de la escuela de fútbol Javi Garrido de Torrent, un vivero de jugadores que llegó a contar con 500 fichas antes de fusionarse con otros clubes de la localidad. Iranzo se formó como prebenjamín en Torrent antes de llegar a Paterna donde ya suma 12 temporadas.
"Rubén era prebenjamín de 2º año y jugaba en el club Javi Garrido. Recibimos un informe del ojeador de fútbol 7, Ángel Murciano, y me desplacé dos veces a verlo jugar en directo; luego disputó un partido de captación en Paterna", explica Mocholí a Plaza Deportiva.
El técnico observó "jerarquía, disciplina y personalidad" en el pequeño central de Picanya. "Le vi muy buenas condiciones físicas porque tenía un biotipo estilizado y se le preveía buen desarrollo físico a futuro para la posición de central. Además era agresivo y contundente, mostraba unas cualidades defensivas casi impropias de un niño de 7 años. A todo eso, se le sumaba una gran personalidad y liderazgo, ya que desprendía una jerarquía notable desde atrás.
Me reuní con los padres, José y Sonia, en la ciudad deportiva para explicarles el proyecto que teníamos preparado para Rubén. Ellos siempre priorizaron la formación por encima de todo, por lo que estaban en plena conexión con lo que les expliqué. Así pues, lo fichamos para que se incorporara en la temporada 2011-12 al Benjamín C de primer año, y desde entonces está en el club", agrega el técnico, que apostilla que el central "tiene una familia espectacular y un entorno muy adecuado que le ha proporcionado estabilidad para crecer y llegar hasta donde está", recuerda Mocholí.
Generación de 2003, que comparte con Jesús Vázquez, Hugo González o Javi Guerra, Rubén Iranzo es internacional con España desde los 14 años. Actualmente está clasificado para disputar en el mes de marzo la ronda élite con la selección sub 19 que prepara Santi Denia. En la selección territorial valenciana también ha sido indiscutible.
Los responsables técnicos de Paterna, Marco Otero y Luis Martínez, al igual que Miguel Ángel Angulo, entrenador del Mestalla, consideran que el defensor de Picanya, destaca por su mentalidad y su disciplina.
Sus condiciones responden al perfil de central físico, fuerte en la marca y agresivo. "Es un central con buena salida de balón, rápido y con buena lectura táctica. Pese a que no es alto para la demarcación -mide 1'82 metros, es ganador de duelos y muy fuerte en los balones divididos. Es intenso, profesional, inteligente, implicado y buen chaval. Un ejemplo de valores", dice a Plaza Deportiva un técnico de la Academia.
"Es un central que defiende y que luego le da el balón a los que saben moverlo, como los Giner o Voro de la época", añaden desde su entorno.
El miércoles por la mañana, tras el derbi, se levantó y se marchó a Paterna para entrenarse con su equipo, el VCF Mestalla, que preparaba el partido de este jueves contra el Recambios Colón de Catarroja en la Tercera Federación. "Sabe que su equipo es el Mestalla", explican desde su entorno, "aunque lleva tres semanas y varios viajes con el primer equipo". Capitán en las categorías inferiores del murciélago, Rubo es el cuarto en la jerarquía de capitanes del Mestalla pese a ser todavía juvenil.
Sigue viviendo con sus padres en Picanya, acaba de obtener el carnet de conducir y "se ha comprado un coche normal". Su dorsal favorito es el '4', aunque en el Mestalla asume que tiene que llevar el '31' y en el primer equipo el '39', con el que debutó en el Ciutat de València en la élite.
"Es un líder natural, exigente consigo mismo y perfeccionista en el campo y en la universidad. Estudia para sacar el máximo, un 10, aunque no lo necesite", dice uno de sus conocidos. Iranzo cursa estudios de INEF en la universidad privada "porque no podía compatibilizar los horarios del fútbol con la pública". Sus notas son excelentes. "Es un alumno brillante que aprobó la selectividad con una nota muy alta". El curso pasado obtuvo el Premio Extraordinario de Bachillerato de la Generalitat Valenciana, al que sólo acceden los alumnos que han obtenido en el conjunto de los dos cursos de Bachillerato de cualquiera de las modalidades una nota mediana igual o superior a 8,75 puntos. La media a la que acudió a la selectividad fue de 9,35.
“Es lo máximo. Siento una alegría inmensa. Estoy muy, muy feliz. Estoy agradecido al cuerpo técnico y al míster por la oportunidad, al club, y a mi familia, que me han estado apoyando desde pequeño”, manifestó Rubén tras el derbi a los medios del club.
Iranzo explicó que su familia estaba “en la grada” y dijo que eso es “un plus más”. “Han tenido la suerte de vivirlo igual que yo. Estamos muy contentos”, señaló.
El defensa canterano explicó que el técnico José Bordalás le pidió “que estuviera tranquilo” que jugara como sabe y “que fuera fuerte a cada disputa”.