VALÈNCIA. El Valencia se quita un peso de encima. Una victoria balsámica en Zorrilla no exenta de sufrimiento hasta última hora es el mejor reflejo de todo lo que le cuesta al equipo de Javi Gracia sumar tres puntos en Liga. En una situación agónica, el Valencia logró adaptarse a las circunstancias y romper una racha negativa que había hecho saltar todas las alarmas en el club de Mestalla.
Había que ganar y se hizo. El Valencia trazó un planteamiento serio y fue mejor que el Valladolid en la primera parte. Ideas claras y profundizando en las debilidades del rival con la presencia de las bandas. Sin embargo, al Valencia le faltó remate para hacer justicia en el marcador antes del descanso. Las primeras oportunidades acabaron en las manos de Masip.
El portero del Valladolid fue el protagonista negativo del partido para los intereses de su equipo. Sin embargo, también fue el 'culpable' de mantener el 0-0 en el marcador. Una doble parada a Gayà y Carlos Soler mantuvo un empate que dejaba todo abierto para la segunda parte.
Tras el descanso, el Valencia no había aprovechado sus ocasiones y el Valladolid dio un giro de tuerca a la contienda. Los de Sergio González mejoraron sus prestaciones y empezaron a intimidar la portería de Jaume Doménech. El Valencia amenazó a balón parado y poco más hasta que en el 75, Carlos Soler rescató al Valencia. El canterano hizo el 0-1 con un disparo que contó con la colaboración de Masip.
No obstante, el Valencia tuvo que remar hasta el final. Los de Javi Gracia perdonaron en las botas de Manu Vallejo y pudieron pagarlo caro. En el descuento, Sergio Guardiola estrelló el balón en el poste con un cabezazo y el desenlace pudo acabar en tragedia. En esta ocasión, esa "dosis de fortuna" como dijo Javi Gracia acabó en tres puntos. Una victoria que quita una losa de la espalda de un vestuario que pese a sus limitaciones, está comprometido con el objetivo de mantener la categoría.