VALÈNCIA. Debe existir un plan B, un reverso, un envés… lo que sea que suene a alternativa a dos fiascos sonoros de este año: la delantera y el lateral derecho. No ha sido poco el dinero que el club ha invertido para reforzar estas dos parcelas de la plantilla y lo ha hecho con el beneplácito del técnico, que se quitó de en medio al “díscolo” italiano Zaza, al indeleble Vietto y al inconstante Montoya. Y ahora, tras un verano cargado de expectación y esperanza y de giros para enderezar todavía más el rumbo, tenemos a un “díscolo” belga, a un indeleble Gameiro y al inconstante Piccini. Suena a broma del mal gusto, pero es la verdad.
No habla bien de la planificación deportiva del tándem Longoria-García Toral que Daniel Wass sea el lateral derecho más fiable de la plantilla, por delante de Piccini. Tampoco habla bien que todos estuviéramos viendo que por edad y precio Gameiro no iba a resultar muy rentable para el equipo y aún así se fichara, casi como si le hubiésemos quitado una joya a la corona rojiblanca. Nos la colaron de nuevo. Y no habla nada bien que Batshuayi dijera, al poco de estar en este club, que su intención real es triunfar en el Chelsea, regresar algún día, a pesar de los errores de traducción, tan habituales en estos casos. Demasiado fichaje errado ¿no creen? El Valencia CF se ha gastado 70 millones de euros, de un modo o de otro, solo para mantener parte de la estructura que tuvo el año pasado, de tal modo que no se reforzó con ese dinero sino que se aseguró no perder parte de su base. Además, se gastó casi 30 millones entre los tres futbolistas nombrados y sus números, ahora mismo, solo arrojan pérdidas pues ni juegan ni ofrecen rendimiento.
A toro pasado… ¿verdad? Resulta fácil decir todo esto ahora, pero es que los proyectos son siempre de futuro así que debemos esperar a que tengan su forma, pase el tiempo, se les analice y valore, sumen o resten. Y eso estoy haciendo, ni más ni menos. Hay otros gastos en la plantilla, en fichajes, que no citare en este caso, por juventud y por entender que están rindiendo de un modo más o menos regular, sin estridencias, eso sí y algo por debajo de su precio pagado en mercado. Tampoco nada del otro mundo, eso también.
Pablo Longoria debe ser muy bueno en lo suyo, pero de momento no veo el rédito de su trabajo. Conozco a sus colaboradores y son realmente buenos, eficaces y saben mucho, muchísimo, de fútbol. No dudo que Longoria no sepa: estoy seguro que es un excelente buscatesoros, pero se le escapó un jugador como Fran Beltrán, que valía 8 millones de euros, y lo tenía bien cerca, pero se fue a Serbia o a Holanda o a Cincinnati a buscar un sustituto de garantías para Parejo, sin éxito, pobre de él. Borja Iglesias no tenía experiencia en primera división y costó 10 millones de euros al Español, ¡Una locura! ¡Un suicidio!… pero ¿dónde está ahora mismo el delantero perico y dónde están los nuestros? De momento sale más caro lo que hicimos nosotros que lo llevado a cabo por el Español. Tengo nostalgia de Pasieguito y de su buen ojo a la hora de fichar para el Valencia CF.
Solo me queda apelar a que la secretaría técnica tenga un plan B que dé un giro a una situación que resulta incómoda para todos: un error lo tiene cualquiera, pero en un club, con una economía tan delicada, los errores de esta magnitud se traducen en años de desierto institucional y eso, queridos amigos, no nos lo podemos permitir. Bordalás dijo hace bien poco que su equipo, el Getafe, había competido contra un grande de España y de Europa… pues a ver si les entra ya en la cabeza a muchos: aquí se viene con hambre de fútbol, orgullosos del equipo pero nunca por encima de él.
También echo de menos a alguien que tenga una lupa más certera a la hora de tomar ciertas decisiones deportivas para un club de esta talla: alguien que, al ver un futbolista solo poniéndose las botas, sepa de sus prestaciones, de su presente y de su futuro. En el año del centenario no solo se echan en falta a ciertos futbolistas: Pasieguito, ojalá estuvieras hoy con nosotros. Tú sí hiciste historia en este equipo.