VALÈNCIA. Viernes, seis de la tarde, sala Atrium del hotel Montecastillo de Jerez. Parejo y Jaume, dos de los capitanes del equipo, van a ofrecer una rueda de prensa para hablar de sus impresiones sobre el partido que les espera al día siguiente. Después de ellos será el turno de Marcelino.
Parejo se desenvuelve como en el campo. El capitán no es muy locuaz pero afronta la rueda de prensa sin titubear. Está tranquilo. Jaume, en cambio, está nervioso. Demasiado tenso. Hay una pregunta que no entiende y en otra, directamente, le dice a Parejo que conteste él. No está cómodo. No parece él. La prensa abandona la rueda de prensa con la impresión de que al portero le pesa el partido.
Sábado, Benito Villamarín, final de la Copa de Rey. Jaume Doménech salta al campo, mira al cielo con los dos brazos en alto y se santigua. Acto seguido cierra los puños y corre hacia su portería en el fondo norte del estadio. La afición lo recibe con un estruendo. Jaume mira a la grada y siente la fuerza de una hinchada hambrienta por ganar un título tras once años de hambruna. Al portero de Almenara, con un nudo en la garganta, se le deshacen los nervios. Y Jaume responde, reforzando la confianza de Marcelino y la decisión del técnico de entregarle la portería en la final de Copa pese al riesgo que entrañaba sentar a Neto, uno de los mejores porteros de LaLiga.
Después de levantar el trofeo en el Villamarín, Jaume atendió de madrugada a Plazadeportiva y a 90 Minuts de CV Ràdio en el elitista restaurante a orillas del Guadalquivir donde el club celebraba el título.
Pregunta.- La presencia de Jaume en la portería para la final de Copa dejaba ciertas dudas en las horas previas y usted cumplió con trabajo perfectamente.
Respuesta.- Al final trabajo muy duro cada día. Me preparo muy bien mentalmente para todas las situaciones que se pueden producir durante un partido. Con toda la confianza del mundo salté al campo. Quería la Copa, como todos mis compañeros.
P. ¿Qué queda de aquel portero que debutó en Gijón y que acaba de levantar la Copa del Rey?
R. Queda la misma ilusión y las mismas ganas de comerme el mundo. De demostrar de lo que soy capaz. Soy mas maduro, estoy mas preparado, tengo más recursos y sigo con muchas ganas de seguir creciendo. Estoy muy contento esta plantilla. El equipo tiene un compromiso brutal con esta camiseta y creo que se merecía entrar en la historia de esta club ganando un título.
P. ¿Cuándo vio que podían el partido?
R. Cuando marcamos el primer gol tan pronto, empecé a creer con más fuerza. Pero ya en la primera jugada de Rodrigo en la que casi marcamos me dije: ostia ya les estamos haciendo daño a la contra a la primera. Y pensé que les podíamos hacer daño jugando así.
P. ¿Vio peligrar el partido tras el gol de Messi?
R. Cuando hicieron el 2-1 y quedaba tiempo pensé que se iba a poner complicado pero este equipo ha vuelto a mostrar una solvencia defensiva muy importante a lo largo de todo el campeonato. Te enfrentas al Barça y sabes que durante alguna fase el partido va ser un asedio pero lo llevamos bien. Te enfrentas al mejor jugador del mundo y a un gran equipo. Fácil no es en absoluto porque te exigen mucho. Pero al final no tuvieron más ocasiones que nosotros.
P. Ganarle una Copa al Barça y combatir con los tres de arriba en LaLiga tiene mucho mérito, ¿no cree?
R. Coincido. Hoy en día hay una diferencia muy grande entre esos dos clubes y el resto. Se lo llevan todo a nivel nacional, todo. Para mí tiene un mérito brutal que esta plantilla haya remado a contracorriente toda la temporada, pese a que los resultados no salían, se haya metido en Champions que era el objetivo principal dos años seguidos, y luego, además, le haya ganado la Copa a un equipo tan poderoso como el Barça.
P. Campeones de Copa en el año del Centenario, ¿qué bonito, verdad?
R. Te llevas la Copa en año de Centenario que es una cosa muy grande para la afición, que necesitaba esa alegría y necesitaba sentirse orgullosa de su equipo. Era necesario ganar para que la gente se quedara orgullosa de cojones de su equipo después de la final.
P. El título es para toda la afición pero hay una generación de valencianistas que había crecido sin ningún título y que ya tiene el primero.
R. Es necesario este título para crear escuela, sentimiento, afición... Estoy muy emocionado, es algo muy bonito; he peleado toda la vida muy duramente para llegar hasta aquí y tenemos que disfrutarlo.
P. ¿Qué supone ganar un título para un valenciano?
R. Es un honor como valenciano y valencianista representar a este club. Lo viví intensamente. Cuando saltamos al campo el Villamarín parecía Mestalla. La afición se comió a la del Barça en la grada. Estoy muy orgulloso de nuestra gente.