Valencia Basket llevaba una racha de 16 de 17 victorias durante dos meses pero en la última semana ha acumulado dos derrotas en tres partidos
VALÈNCIA. Valencia Basket llega a la Copa del Rey no en el peor momento de la temporada pero sí de los últimos dos meses. Desde el 21 de diciembre hasta el 3 de febrero, el equipo taronja alcanzó 16 victorias y solo una derrota en Liga Endesa y Eurocup. En los últimos siete días acumula dos derrotas en tres partidos. La derrota de ayer ante Obradoiro en la Fonteta, segunda seguida en ACB con la de Manresa, dejó en evidencia el importante bajón en el nivel defensivo en las últimas semanas.
Hasta el triunfo liguero contra San Pablo Burgos, Valencia Basket llevaba una media de 75 puntos por partido encajados en competición doméstica. Aunque el fin de la racha se produjo una semana después en Manresa, la debacle defensiva comenzó en la mencionada victoria en la Fonteta. Sin contar ese partido la cifra se reduce a 72. Desde ese choque, Valencia Basket ha encajado más de 85 puntos por partido de media. Contra Burgos y Obradoiro 94 y ante Manresa 75. Dos jornadas permitiendo más de 90 puntos.
Un equipo como Obradoiro, de mitad tabla, consiguió que dos de sus jugadores anotaran más de 20 puntos. Brodziansky y Vasileadis hicieron lo que quisieron ante la indolente defensa taronja. Contra el Barça en cuartos de la Copa con artilleros de la talla de Heurtel, Pangos, Hanga, Tomic y compañía, Valencia Basket deberá emplearse a fondo para paliar sus vergüenzas y recuperar la identidad defensiva que caracterizaba al equipo.
Otra asignatura pendiente de cara a los próximos días es, sin duda, el cuidado del balón. El conjunto taronja perdió 13 balones ante los 3 de los gallegos y cedió hasta 12 en la pista del Manresa. Un síntoma de la falta de compenetración, ansiedad y precipitación en determinados momentos de los jugadores taronja. La realidad es que en ataque se nota cuando no están determinados jugadores pues parece que Bojan Dubljevic o Matt Thomas estén obligados a aparecer en cada partido. O que hombres como Will Thomas queden solos ante el peligro. Contra el conjunto de Pesic todos deben dar un paso al frente, no solo ellos.
Van Rossom aseguró ayer en vestuarios que la obligación para el equipo es aprender de los errores, sin tirar a la basura todo lo conseguido hasta ahora y pasar página para llegar con la mejor mentalidad a la Copa del Rey. El jugador belga recordó que "cada partido es a vida o muerte" y que "empezamos todos los equipos de cero". Sí, se enfrentan al mejor Barça de las últimas temporadas, pero en 40 minutos cualquier cosa es posible.