Overbooking en la portería del Valencia CF

VALÈNCIA. Pese a que en la relación oficial de dorsales ofrecida por el club al día siguiente de acabar el término de inscripción de fichajes, el Valencia incluía a los tres guardametas de la primera plantilla (Jaume, Cillessen y Rivero), la realidad de la titularidad incontestable de la llegada de Mamardashvili ofrece una realidad que pocas veces se da en una plantilla profesional de primera división, la de tener cuatro porteros.

Pese a que en un principio se pretendía que fuera Jaume quien abandonara la disciplina del equipo, dado que la apuesta de Bordalás y Ochotorena era por Rivero, el de Almenara se aferró a su contrato hasta 2023. Al final Rivero tampoco encontró una salida satisfactoria y se completó una realidad: el Valencia afrontaría el comienzo de la temporada 2020/21 con 4 guardametas en plantilla.

El tiempo dirá cómo se resuelve una complicada situación dado el peso específico de Jaume dentro del vestuario -hay que recordar que sigue siendo uno de los capitanes- y un carácter fuerte como el de Bordalás dado a exigir adhesiones inquebrantables a su manera de trabajar como base para construir un grupo fuerte.

La situación de los 4 porteros en plantilla es tan atípica que no se da mucho en el fútbol de élite. Los entrenadores son más bien dados a contar con dos guardametas en la primera plantilla más uno que alterne el filial con el primer equipo (esa era la idea primigenia con Cillessen y Rivero más Mamardasvili). Sin embargo el Valencia CF no ha sabido resolver esta situación en la portería, como ya le ocurriera en la temporada 2015/16.

En aquel momento Nuno era el entrenador y el equipo afrontaba un horizonte con tres competiciones: liga, Copa y Champions. Dada la lesión de larga duración de Diego Alves en la última jornada de la temporada anterior (en Almería), y la exigencia de una previa de Champions por disputar ante el Mónaco, el entrenador portugués demandó el fichaje de un guardameta. Los de Mestalla apostaron la temporada anterior por Yoel, procedente del Celta, quien no cuajó actuaciones de un nivel como para que hubiera confianza en su persona y como tercer portero estaba un joven Jaume Doménech quien aún no había debutado de manera oficial con el primer equipo. Así que Mendes colocó en Valencia a Matt Ryan, un guardameta australiano que venía del Brujas de la liga Belga.

El azar quiso que Ryan se rompiera el menisco en la segunda jornada de liga jugando ante el Deportivo de La Coruña, con lo cual para la tercera jornada, Nuno -precisamente ex guardameta- se encontró con sus dos titulares (Alves y Ryan) fuera de combate. El portugués debia decidirse entre Yoel y un Jaume inédito en la élite. Nuno se decantó por el de Almenara que fue decisivo para ganar 0-1 en Gijón con gol de Alcácer y paradas de todo tipo del entonces guardameta debutante. Esta decisión hizo que en enero Yoel cambiara de aires regresando a Vigo media temporada. El debate de la portería finalizó una vez recuperado Diego Alves, quien ocupó la meta de manera indiscutible.

Viajando algo más en el tiempo, también se encontró el Valencia CF con 4 guardametas en la temporada 2008/09. El Valencia había cerrado un ciclo al darle la baja a Cañizares y el alemán Timo Hildebrand no convencía en sus actuaciones, así que Fernando Gómez apostó por el joven guardameta brasileño Renan Brito, quien venía de ganar el oro olímpico en Pekin 2008 (curiosamente por delante de Diego Alves, quien fue su suplente en aquel torneo). En la plantilla también estaba un joven Vicente Guaita a quien los nervios le jugaban malas pasadas en su primer año en la máxima categoría. Así que tras una lesión importante de Renan en Bilbao, y ante la insistencia de Unai Emery, el Valencia CF buscó y halló en el Tottenham a César Sánchez sin minutos. Los 4 guardametas duraron poco en plantilla porque la llegada de César supuso la salida inmediata de Timo Hildebrand en dirección al Hoffenheim.

Pese a la lesión en el día de ayer de Cristian Rivero que le mantendrá aproximadamente un mes fuera de los terrenos de juego, la convivencia de cuatro guardametas en una plantilla es de todo punto inviable a largo plazo, así que de aquí hasta enero, se van a producir variaciones en esa posición. Es sólo cuestión de tiempo.