Comprar a Hugo Duro

VALÈNCIA. Del "tocó en Hugo Duro", que inmortalizó el periodista Miguel Ángel Román en aquella vibrante eliminatoria de cuartos de final entre el Valencia y el Getafe en Mestalla, que condujo al bloque de Marcelino a las semifinales de Copa de 2019, y luego a ganar la final, al "comprar a Hugo Duro". Ese ha sido el tránsito del futbolista más popular en las últimas horas en el vestuario de Mestalla.

El punta madrileño de 22 años ha transformado una frase de guasa, que se viralizó en redes sociales, en una sentencia lapidaria que expone a Meriton a ejecutar la opción de compra que firmó en el contrato de cesión con el Getafe el 31 de agosto. Pero el 'Everest económico' al que se enfrenta el club en verano compromete tanto esta como otras operaciones de mercado en las que Meriton se ha enredado.

El delantero llegó al Valencia desde el Getafe, cuando el mercado de verano estaba a punto de echar el pestillo, a cambio de 250.000 euros por el préstamo. En la cesión se fijó una opción de compra de alrededor de 4 millones de euros.

La apuesta de Bordalás, que por el camino descartó a otros jugadores, sorprendió, porque el jugador estuvo cedido en el Real Madrid Castilla durante la última temporada del técnico en el Getafe. Pero Duro encajó en el vestuario del murciélago y aportó rendimiento inmediato en el momento se asomó al once tras la primera oleada de bajas. Desplazado a la banda izquierda porque Maxi y Guedes le cerraban el paso en la delantera, Hugo Duro mostró compromiso y capacidad de trabajo. También goles. Lleva siete tantos, la mayoría lejos de su posición de punta o segundo punta. Es el tercer anotador de la plantilla tras Guedes (9) y Carlos Soler (8). Y suma, además, 4 asistencias. Sus números, como un mazo, obligan a hacer un esfuerzo económico por él pese a la peliaguda situación económica de la entidad.

Su valor de mercado se ha duplicado. Según figura en la base de datos Transfermarkt, Duro llegó al Valencia tras una temporada cedido en el Real Madrid Castilla con una cotización de 5 millones de euros. Al cierre de 2021, había ascendido hasta los 8 millones, el doble que le costará al Valencia ejecutar su opción de compra a finales de mayo cuando concluya el curso.

Uno de los argumentos que manejó Meriton para no gastar en el último mercado era que en verano debía hacer frente a diferentes operaciones que implican un dispendio importante. Entre ellas, la de Hugo Duro. Los ejecutivos de Peter Lim en Valencia ya filtraron en noviembre, cuando el jugador le hizo dos goles al Atlético en Mestalla, que valoraban pagar los cuatro millones que había fijado el Getafe.

La hinchada del murciélago en el pecho, guasona desde 2019 con el madrileño, defiende hoy, rotunda, que el club pague por el futbolista. Y Meriton mantiene que lo está estudiando pese a sus dificultades financieras y a la necesidad de vender. En cualquier otro club, en otro contexto económico, comprar a un jugador con esa productividad por ese precio sería una obligación. En el Valencia actual se buscan fórmulas para llevarlo a cabo y es una incógnita.

Comprar a Duro está entre los deberes que ha de cumplimentar el presidente Anil Murthy que, él solito, se ha metido en un callejón de difícil salida filtrando que van a renovar a Gayà, Carlos Soler y Hugo Guillamón y que, además, valoran ejecutar la opción de compra de Hugo Duro. Entre estos compromisos, el club ha de ejercer, además, la obligatoriedad de compra de Omar Alderete, cifrada en 7'5 millones de euros, tal y como consta en el contrato de cesión del paraguayo firmado en junio con el Hertha Berlín. Si Alderete alcanza 25 partidos con el once de Bordalás, el club está obligado a comprarlo. El jugador, lesionado actualmente, ya lleva 21. La amortización del fichaje del paraguayo entraría en el Fair play financiero del próximo curso.

Maniatado por su precaria economía, el dinero que el club recaude en venta de jugadores este verano determinará cuántas de las obligaciones que ha marcado en su hoja de ruta para el verano se pueden cerrar. En la última junta de accionistas, el club explicó que tenía que recaudar 37 millones de euros en venta de activos para cuadrar números. Lleva siete, cinco de Ferran Torres y dos de Wass. Restan por llegar 30 kilos, y con esa pesada mochila en la espalda tiene ante sí el muro económico de renovar a Gayà, Soler y Guillamón, y comprar a Alderete y a Hugo Duro.