El Levante choca con el muro de un Atlético a prueba de estirones 

VALÈNCIA. Al Levante le gustan las segundas partes. Los de Paco López maniataron por momentos al Atlético de Madrid, pero la reacción llegó tarde después de un primer tiempo monopolizado por el cuadro de la capital. Marcos Llorente hizo magia para adelantar a los hombres de Simeone con un tanto en propia meta de Bruno y, aunque después cedió la pelota, también pudo cerrar el partido en varias ocasiones.

Y es que el partido arrancó a un ritmo frenético y no precisamente a favor de los intereses granotas. Demasiado pronto tenía que aparecer la figura de Aitor Fernández, primero con una mano a centro lateral de los colchoneros, después a disparo de Yanick Carrasco que atrapó en dos tiempos con más problemas de los habituales para el meta guipuzcoano.

Y en ese inicio fulgurante llegó el primer tanto del Atlético. Era una falta para colgar al área, pero la zaga repelió el lanzamiento de Thomas contra pronóstico. La segunda jugada, eso sí, terminó con Marcos Llorente escapándose dentro del área y con Bruno González profanando su propia portería tras el intento de pase de la muerte del exmadridista.

Intentaron reaccionar los chicos de Paco López en la primera mitad, pero fue como una conexión repentina que acabó rápidamente en apagón. Los rojiblancos tardaron escasos minutos y una ocasión clara de Roger a centro goloso de Bardhi en volver a hacer suyo el Camilo Cano. El Atlético fue dueño y señor del primer acto, mientras se trató de amansar el partido o cuando el cuerpo pedía ocasiones. Diego Costa estuvo a punto de abrir la brecha con un cabezazo que se marchó por centímetros y Carrasco exigió a Aitor una nueva demostración de reflejos con una parada sensacional tras un latigazo de no menor categoría. 

De esa guisa se llegó al descanso, pero Paco López confió en los mismos hombres para contrarrestar un dominio atlético que no cesó al pasar por vestuarios. Campaña vivía su primera suplencia en dos años, pero el Levante sí fue ganando claridad en el centro del campo con Bardhi y Rochina a los mandos. Sin embargo, Paco quiso convertir el aumento de control en ocasiones y, entonces sí, en busca de clarividencia, tiró de su brújula sevillana. Y consiguió el objetivo: los granotas por fin comparecieron con peligro en el área de Oblak.

Eso sí, el entramado de Simeone está construido a prueba de estirones. Le costaba entrar al Levante pese a la ya notable presencia en tres cuartos de cancha. Mientras tanto, el Atleti hacía valer su pólvora con los granotas fatigados y abiertos. Aitor volvió a ser protagonista y un Joao Félix recién ingresado desperdició dos balones francos para cerrar el partido definitivamente.

Tuvo que aparecer Toño -que cuajó una actuación sobresaliente en ataque- para descorchar la defensa colchonera por primera vez a once minutos del final: caño y centro exquisito del lateral para el cabezazo clarísimo de Mayoral que se perdió fuera. Acompañó el ariete madrileño la pelota para ajustarla al palo largo, pero se pasó de rosca. 

El guión final del partido recordó al empate ante el Sevilla. De estar maniatado a desatarse por completo en busca del gol, el Levante volvió a demostrar que difícilmente se rinde ante un conjunto rojiblanco que se defiende como gato panza arriba. Volvió a dar la talla el equipo levantinista ante otro rival de nivel top que, aunque con sus dotes para dormir el partido en el descuento, terminó celebrando con alivio el pitido final.

Ficha técnica: 

Levante: Aitor, Coke (Miramón, 59), Vezo, Bruno, Toño; Vukcevic (Campaña, 59), Radoja, Bardhi (Hernani, 83), Rochina, Roger (Morales, 59) y Sergio León (Mayoral, 69).

Atlético de Madrid: Oblak, Arias, Savic, Mario Hermoso (Giménez, 59), Lodi; Koke, Llorente (Joao Félix, 59), Thomas (Morata, 83), Saúl; Costa (Herrera, 79) y Carrasco (Correa, 59).