VALÈNCIA. El vestuario del Levante vive focalizado en el partido de Granada para levantar el vuelo. De peores ha salido esta plantilla y este cuerpo técnico. Y de cara a ese duelo vital de Los Cármenes, varios son los dilemas que sobrevuelan Buñol. Más allá de la llegada o no de Morales -de momento alejado de la posibilidad de estar el domingo-, otra de las posiciones que se meditan contínuamente es la de la pareja de centrales.
Paco López aseguró tras el empate ante el Celta que el equipo había "rayado la perfección" al entender que el Levante supo sostener a los gallegos y mereció una victoria que, a la postre, terminó arrebatando Melero López. El lunes la dupla en la zaga fue Postigo-Duarte y sorprendió sobremanera la suplencia de Vezo, aunque el técnico también apuntó que "cada encuentro requiere una cosa" y que "Duarte siempre entrena muy bien, está sensacional y hace mejor al equipo".
En los seis encuentros ligueros que ha jugado el Levante hasta la fecha, el técnico ha probado todas las parejas excepto la formada por Vezo y Rober Pier. De hecho, el segundo tan solo ha jugado un partido, el inaugural en Mestalla. Entonces disputó los 90 minutos y desapareció de los onces automáticamente para ver los partidos desde el banquillo. Por decisión técnica. En ese primer duelo, el coruñés estuvo arropado por Duarte, primero; y después por Postigo.
Cómo suplir a Morales, dolor de cabeza para Granada
La dupla más usada es la de Posti-Vezo. Así ha sido en cinco de los seis partidos. Solo en el derbi no pudieron compartir retaguardia porque el portugués llegaba entre algodones, recién salido de una rotura en el cuádriceps. En tres choques han formado de inicio a fin, los 90 minutos, sin movimientos desde el banquillo (Osasuna, Real Madrid y en el peor partido de los granota en mucho tiempo ante el Athletic). En uno, el del lunes en La Cerámica, lo hicieron durante un cuarto de hora, al sustituir Vezo a Duarte en el 74', y en el Pizjuán jugaron ambos otros quince minutos juntos en una línea de tres a la vera del costarricense (línea de tres con la que llegó el gol en contra).
Más allá de la perfección que el entrenador de Silla vio ante el Celta, frente a Osasuna o en partidos como el de Sevilla y contra el Real Madrid hubo errores puntuales que costaron goles pero también se cuajaron partidos serios en defensa. Quedan como evidentes borrones los desastres de San Mamés a las espaldas y los descuidos ante el eterno rival en la primera jornada. Son errores que, en cualquier caso, no pueden repetirse en Los Cármenes si se quiere al menos puntuar ante uno de los mejores equipos del campeonato en sus primeros compases.
Para ello, Paco López tendrá que volver a dibujar una defensa que, por estadística y minutos compartidos en el arranque, tiene nombres y apellidos, los de Sergio Postigo y Rubén Vezo como dupla titular sobre el papel. Eso sí, tras "rayar la perfección" la entrada de Duarte el lunes siembra ciertas dudas sobre los centrales que iniciarán en tierras nazaríes.