VALÈNCIA. El Levante afronta el último tercio de la Liga con las mejores sensaciones de la temporada, tras haber sumado siete puntos en tres partidos, aunque tendrá que cerrar un esprint final sobresaliente para compensar la deficiente dinámica del equipo hasta hace apenas unos días.
Las victorias sumadas ante el Atlético en Madrid y frente al Elche en València y el empate cosechado en Vigo permiten al Levante soñar con la permanencia, si bien la distancia con la salvación todavía es de al menos seis puntos.
La reacción, con doce partidos por delante para el final del curso, tiene que ser muy parecida a lo realizado en las dos últimas semanas y con 18 puntos en el bolsillo, tendría que ser capaz de sumar veinte de los treinta y seis puntos que hay todavía en juego si quiere garantizarse la permanencia.
Porque el Levante presenta ahora unos guarismos muy discretos después de batir el récord histórico de la Liga al encadenar veintisiete jornadas seguidas sin conocer la victoria. Su primer triunfo llegó en enero de este año y sólo ha ganado dos partidos más, con nueve empates y catorce derrotas.
El cuadro valenciano ha sido regular en su rendimiento desde un punto de vista negativo. Ni con Paco López en las primeras ocho jornadas y tampoco con Javier Pereira entre la novena y la décimo quinta jornada fue capaz de corregir la mala marcha de un equipo que fue entregado a Alessio Lisci en diciembre.
Tampoco a la primera pudo el italiano cambiar la dinámica, pero ahora, con once encuentros ya en el banquillo, parece haber dado “con la tecla”, como el propio Alessio admitió al acabar el partido ante el Elche el pasado viernes. Eso sí, todavía tiene mucho trabajo por hacer.
A favor de Alessio está el buen estado de forma de futbolistas como Jorge De Frutos o Melero en la faceta ofensiva, el buen hacer del costarricense Óscar Duarte y del recién llegado Martín Cáceres en defensa y la sobriedad exhibida por el meta Dani Cárdenas en los tres últimos encuentros con apenas un gol en contra.
El Levante tiene una gran oportunidad en las tres próximas semanas. Primero viajará a Bilbao para jugar ante un Athletic con resaca tras jugar este miércoles la semifinal de la Copa del Rey y después se enfrentará a Espanyol y Osasuna, dos equipos que no pasan por su mejor momento en la competición doméstica.
Sin embargo, y hasta el 22 de mayo que acaba el curso, el Levante se enfrentará a algunos rivales directos como el Granada o el Alavés, pero en su calendario aparecen algunos de los grandes equipos de la Liga, como el Real Madrid, Barcelona, Sevilla o Villarreal.