Hoy es 13 de octubre
VALÈNCIA. Habrá que esperar a la noche de mañana domingo para saber exactamente cómo ha metabolizado el FC Barcelona el ‘costalazo’ que sufrió en el Camp Nou el pasado jueves ante el Granada CF. Habrá que ver si llega a Mestalla con la firme voluntad de seguir en la pelea por ganar la Liga o si, por el contrario, es presa de las dudas tras haber perdido la pintiparada oportunidad que dejó pasar para ponerse líder ante el equipo nazarí. También falta comprobar si el Valencia será capaz de pescar en ese mar de dudas si es que, definitivamente, el equipo de Koeman acusa el golpe del pasado jueves. Esperemos que sí y que los de Gracia sumen los puntos que le garantizarían la permanencia porque... si por la parte más profunda de la tabla empiezan a sumar y el Valencia no lo hace, la cosa se podría complicar muy mucho de cara al final de una temporada que todos tenemos ganas de olvidar.
En cualquier caso y pese a la puesta en escena de las partes implicadas, estamos ante uno de los últimos partidos de Javi Gracia en el club y ya ha empezado el casting para elegir al nuevo inquilino del banquillo valencianista. A tal efecto, los prohombres de la entidad en materia deportiva: el experto Director Deportivo y Presidente de 10 a 14h -a lo que habría que restar el tiempo del almuerzo- junto al sumiso Director de Fútbol, ya han empezado a filtrar los principales candidatos de ‘su’ terna. Ya han aparecido los nombres de Pepe Bordalás y Diego Martínez como los grandes descubrimientos del dúo de expertos. Y digo yo que tampoco se han estrujado mucho las meninges: al fin y al cabo, el primero de ellos lleva siendo candidato mucho tiempo y el segundo es el entrenador de moda del fútbol patrio por la extraordinaria labor que ha llevado a cabo al frente del Granada CF. Dos opciones atractivas que se le han ocurrido a Murthy y Corona como se le podrían haber ocurrido a mi hija de 16 años.
Lo que queda por ver es si la decisión sobre el banquillo está entre sus competencias o si, por el contrario, el jefe le vuelve a poner pilas al mando de la Play Station que tiene en un cajón olvidada y se descuelga con una idea feliz. De suceder así nos podemos temer lo peor porque igual puede aterrizar en el vestuario un ‘patrocinado’ de Mendes -que ya ha asomado la patita con el ex seleccionador Robert Moreno y que siempre cuenta con una cantera de entrenadores que ‘foguear’ y hacer sus prácticas en sus Clubes nodriza-, bien puede volver a recurrir a los veteranos de su admirado Manchester UTD y colocarnos a una vieja gloria británica con ganas de pasar unas vacaciones pagadas en nuestra ciudad o, incluso, puede reactivar al animoso Príncipe de Johor para que desembarque en Mestalla con un deslumbrante proyecto que, de manera inmediata, se encontrará con la rendida reverencia de los palmeros de turno.
Lo que sí parece claro es que la elección, como suele ser habitual bajo el régimen de Meriton, no será el fruto de un proceso profesional que evalúe concienzudamente las opciones posibles tomando en consideración todos los factores que deben influir en tan trascendente decisión, si no que brotará por generación espontánea acarreando todos los riesgos que siempre acompañan a la improvisación.
Sí sería aconsejable, sea quien sea el elegido, que no lo estafasen a las primeras de cambio como hicieron con Javi Gracia y, aunque no sea el estilo habitual de la casa, le pongan todas las cartas encima de la mesa para que, cuando firme su compromiso, sepa la plantilla con la que va a poder trabajar. A los amos... ya los irá conociendo.