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VALÈNCIA. Gennaro Iván Gattusso, nacido en Corigliano Calabro, Cosenza, Italia, el 9 de enero de 1978, es el hombre elegido por Peter Lim (previo consejo de Jorge Mendes) para ocupar el banquillo del Valencia CF a partir del 1 de julio en sustitución de José Bordalás.
En su etapa de jugador, Gattuso lo ganó todo: dos scudettos con el Milan, dos Champions y un mundial con la escuadra azzurra encabezan su propia vitrina de trofeos.
Mediocentro defensivo de una enorme despliegue físico, comenzó en el Peruggia en la temporada 96/97. Queda libre al final de esa temporada y juega un año en Escocia en el Glasgow Rangers. Acabada esa campaña vuelve a su Italia natal para enrolarse en la Salernitana. Y en la temporada 99/00, Alberto Zaccheroni lo ficha para el AC Milán, equipo del que ya no se movería hasta la temporada 2012/2013 en el que ficha por el Sion suizo. Allí comienza (como entrenador jugador) su carrera como técnico.
Como ya hemos dicho, comienza en el Sion en la temporada 2012/13 de la mano de un presidente un tanto peculiar que confió en las dotes de un todavía inexperto Gattuso para llevar al equipo: su balance tras 12 partidos como entrenador fue de 3 victorias, 4 empates y 5 derrotas.
De ahí salta a la USC Palermo con otro particular presidente: Mauricio Zamparini, un hombre conocido por su poca paciencia con los entrenadores. Ahí Gattuso dura 8 partidos solamente; 3 victorias, 1 empate y 4 derrotas.
Siguiente parada: Grecia. Se sienta en el banquillo del OFI Creta en una temporada muy complicada debido a los enormes problemas económicos de la entidad helena. Sus números vuelven a ser discretos: 17 partidos con 5 victorias, 3 empates y 9 derrotas.
Para la temporada 2015/16 y tras su paso por Grecia, Gattuso vuelve a Italia, concretamente al AC Pisa. Allí vuelve a encontrar problemas económicos pero consigue subir el equipo de la serie C a la B. Dos años más tarde, se hace cargo del filial de la AC Milan, en el que sólo está 12 partidos (con 8 victorias). De ahí da el salto al banquillo del primer equipo.
Llega a entrenar a la primera plantilla rossonera de 2017 a 2019. Un total de 83 partidos con 40 victorias, 23 empates y 20 derrotas. En la primera campaña es 6º con 64 puntos, y en la segunda es 5º con 66.
Se marcha del Milan y en la temporada 2019/20 ficha por el SSC Nápoles con la temporada iniciada, ya que sustituye en la 16ª jornada a Carlo Ancelotti. Acaba 7º y en sus 23 partidos consigue 13 triunfos, 2 empates y 8 derrotas. Aún así su mayor logro hasta ahora como entrenador lo consigue con la escuadra napolitana al llevarse la Coppa d´Italia imponiéndose en la final a la Juventus de Cristiano Ronaldo por penaltis, al empatar a cero en el tiempo reglamentario. En su segunda campaña en el sur, acaba 5º con 77 puntos y por uno sólo no entra en Champions (3º y 4º fueron Atalanta y Juve con 78). Pierde la plaza en el último partido y De Laurentis decide romper el contrato con Gattuso.
De ahí a su problema con la Fiorentina en la que sólo estuvo 23 días, y, tras un año en el paro, a convertirse en nuevo entrenador del Valencia CF para las dos próximas temporadas.
El verano de 2021 fue realmente agitado para "Rino" (así se le llama en Italia). Se convirtió en nuevo entrenador de la Fiorentina pero sólo duró 23 días en el cargo.
Todo saltó por los aires en tres semanas. Una de las condiciones que puso Gattuso era hacer una revolución en la plantilla y que se firmaran 4-5 jugadores titulares de nivel. Daniele Pradè (director deportivo) y Joe Barone (director general), aceptaron. Pero resultó que todos los fichajes que iba a querer Gattuso estaban representados por Jorge Mendes (agente del propio técnico). Los viola habían aceptado firmar a Sérgio Oliveira del Oporto. Las negociaciones con el club luso y Mendes parecían ir bien, pero se produjo un punto de inflexión. Los costes se duplicaron (de 10-12 millones de traspaso a 20 millones de euros) y las comisiones para el agente también aumentaron de manera sustancial. Barone no aceptó esas condiciones e informó a Rocco Commisso (presidente). El propietario canceló todos los acuerdos con Mendes.
Siempre según la versión del club toscano, Gattuso consideró que se habían roto las promesas que se le hicieron cuando pactaron su llegada. Las comisiones que pidió Mendes y los cambios de cifras del portugués en las negociaciones fueron los factores decisivos. Según los dirigentes del equipo italiano, el superagente portugués exigió 40 millones de euros en ese concepto de comisiones para llevar a cinco de sus representados a la Fiorentina. La Fiore asegura que le propuso otras alternativas, pero el técnico no respondió. El lunes 14 de julio los abogados de las dos partes se pusieron manos a la obra para trabajar en la rescisión del contrato.
Casi al día siguiente de rescindir con la Fiore, el nombre de Gattuso comenzó a sonar con mucha fuerza para sentarse en el banquillo del Tottenham de la Premier. Esa opción se esfumó por las protestas de la afición contra el club en redes sociales, en las que recordaban algunos comportamientos del ahora entrenador italiano. Al técnico se le acusaba en redes sociales después de que se viralizaran algunos comentarios antiguos que se tildaron de racistas y de homófobos. Sin embargo, es cierto que se mostró enérgico a la hora de condenar cánticos xenófobos contra su jugador Kalid Koulibay en un Inter-Nápoles. Aunque también se le echa en cara, su frase después de que Kevin-Prince Boateng abandonara en 2013 un partido del Milan por los insultos racistas de los 'radicales' del Pro Patria: "¿Cuántas veces se ha abucheado a jugadores blancos? A mí me ha ocurrido, pero no le doy mayor importancia".
Con respecto a declaraciones homófobas, a Gatuso se le acusa de haber dicho: "Realmente no puedo ver mujeres en el fútbol. No me gusta decirlo, pero es así", cuando Galliani pasó a compartir en el Milán en 2013 su rol con Barbara Berlusconi. Y buceando aún más en declaraciones en su pasado, se encontraron otras de 2008 cuando militaba en el Rangers y se posicionó abiertamente contra el matrimonio homosexual: "El matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer y el matrimonio homosexual me resulta muy extraño".
Tiempo después de cerrarse la posibilidad de ir a los Spurs, el italiano lamentó no haberse podido defender de una campaña que consideraba que alimentaron las redes sociales: "No me describieron como soy y no había nada que pudiera hacer. Lamento no haber podido defenderme porque no soy la persona de la que estaban hablando en Inglaterra. Cierta malicia proviene de Facebook y Twitter, donde es posible dar rienda suelta a cualquier falsedad. No tengo perfiles en las redes y no los quiero. Tuve que aceptar una historia que duele más que cualquier derrota o despido. No podemos entender lo peligrosa que puede llegar a ser la red".
¿Cómo juegan los equipos de Gattuso? ¿Qué estilo le gusta? Son las primeras preguntas que aparecen en la mente del aficionado a la hora de conocer las líneas maestras del trabajo del italiano.
Quienes ha seguido su carrera como técnico hablan de un entrenador capaz de adaptarse a las circunstancias; es decir, no es entrenador de una sola idea de juego y de un sólo sistema.
En el Nápoles (último equipo al que entrenó, y por tanto referencia más cercana), Gattuso empleó un 4-3-3 con un equipo muy defensivo que iba a presionar muy arriba a campo contrario. Pero sin balón se convertía casi en un 4-2-3-1 porque le gusta mucho defender con dos línea de 4.
Combina un 4-4-2 con un 4-3-3, con jugadores muy abiertos a las bandas y un enganche de mucha calidad por detrás del punta. Al haber sido un mediocampista defensivo, busca siempre un jugador referente con características similares a las que él tenía cuando jugaba. Gracias a esa fijación mejoró el rol y el rendimiento de Fabián Suárez en el Nápoles.
A la hora de manejar el vestuario, Gattuso recuerda un tanto a su etapa como jugador: racial, con carácter y que va siempre de frente. Es muy apasionado en todo y por eso conecta bien con los jugadores. Además es un enamorado de su trabajo al que no le duele echarle las horas que hagan falta. Todo el mundo le califica como un técnico implicado. Aún así, la duda la ofrece el alto nivel de los técnicos en España. No hay que olvidar que sólo 6 equipos han tenido técnico extranjero y que de esos 6 (Ancelotti, Simeone, Pellegrini, Aguirre o Lisci) llevan muchos años ya ejerciendo en el campeonato español y lo conocen bien.
Para Gattuso el idioma no supondrá ningún obstáculo. Tiene casa desde hace muchos años en Marbella y habla y entiende correctamente el español.
Gattuso ya se encuentra de vuelta de Singapur y está en Milán ultimando su mudanza para establecerse en la ciudad de Valencia. A su llegada, el club tiene previsto presentarle en rueda de prensa, aunque todavía se desconoce la fecha de la misma.