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opinión pd / OPINIÓN

Equipo de Pagafantas

9/12/2020 - 

VALÈNCIA. Sigo con ganas de salir de fiesta, sobre todo ahora que se acercan las fechas –qué tiempos aquellos- de las cenas de empresa, equipo o quedadas de clase. Reuniones, encuentros, salidas de las que hablaré otro día pero en las que no siempre ligábamos y eso me enfadaba mucho. Porque había muchos de mis colegas que no solo no ligaban sino que siempre aludían a algún factor externo como la pasta, el coche o que directamente era un “campo de nabos” para justificar su mala racha. Discurso conformista y mediocre. Palabra de Pagafantas

Este Valencia me recuerda a esa época. Aquel tiempo en que mi grupo de amigos era tan regulero para ligar que nos conformábamos con que nos mirara una chica o que nos diera las gracias tras darle un descuento para las copas. ¿Cómo podíamos ser tan Pagafantas? ¿Cómo puede este Valencia CF estar anclado en el argumento de lo que pudo haber sido y no fue?

Es el discurso que se está empezando a instalar varios sectores de la plantilla y es algo que no me gusta un pelo. No entiendo cómo pueden salir a zona mixta y hablar directamente de que se ha jugado un buen partido: “hemos competido muy bien, hemos tenido nuestras opciones como habíamos planeado”; “jugando así ganaremos más puntos de los que perderemos”; o también “hemos jugado bien pero no han entrado y solo hemos podido sumar un punto". Si el plan era defender a muerte y jugártela a tener una o dos ocasiones por partido y el rival es el Atlético de Madrid, te lo puedo comprar; pero no contra un Éibar que no había conseguido ganar todavía en casa y donde debías tener más posibilidades que dos ocasiones en todo el encuentro.  Es como si me jugara mi noche de ligoteo a entrar o invitar a una tía justo antes de que se encendieran las luces del local. Difícil y arriesgado. Porque puede que te diga que sí; que te diga que no, o que cuando se enciendan las luces tengas que ir a Mordor. Demasiado riesgo y sufrimiento.

Porque a la postre es un discurso dúctil y complaciente como lo tenían mis colegas cuando nos íbamos de fiesta y después de toda una noche mareando de la barra al pódium, y de la cabina del dj al centro de la pista pero si comerse un torrao te decían: “Tío pues nos hemos pegado unas risas, lo hemos pasado bien, que de eso se trata”. Venga ya, eso te puede pasar en La Indiana o en la Posada de las Ánimas, pero nunca en Bananas o a Woody. Jamás. Si acababas en el horno de los borrachos que al menos fuera habiendo conseguido un teléfono para luego quedar en La Pirámide Musical. De lo contrario eras un Pagafantas total.

El equipo no estuvo bien y no pasa nada por decirlo. Hay que exigirles más a una plantilla que, hombre por hombre, mejoraba a la del equipo de Ipurúa tal y como lo remarcó Mendilibar en la previa. “Ojalá tuviera yo esa plantilla” aseveraba el preparador vasco. No le falta razón.

Está claro que la gestión deportiva de Meriton ha sido muy mala y la prueba son 13 puntos de 36 posibles, pero no podemos excusarnos siempre en lo mismo igual que yo no debía excusarme siempre en que no tenía ropa nueva para salir, que la discoteca tenía mucho nivel o que directamente solo salgo a pasármelo bien. Era un discurso mediocre y que no beneficiaba a la larga.

Porque no sería verdad, ya que yo salía siempre a intentar ligar. Porque si ligaba –igual que cuando conseguimos los tres puntos- me lo paso bien. No me amparaba en “me lo paso bien” igual que esta plantilla se queda siempre en el “jugamos bien y competimos” porque eso se presupone aunque no siempre se cumpla. Yo jugaba para el equipo cuando tenía novia, y tiraba de individualidades cuando estaba soltero. Intentaba acercarme a un grupo si veía que había posibilidad o, en el mejor de los casos, iba a un sitio con los deberes hechos previamente vía Messenger o Tuenti. Es lo que debería hacer Javi Gracia, usar alguna de esas tácticas que sabemos que tiene a su alcance: ir preparado o corregir sobre la marcha.

Es que Javi Gracia es buen entrenador. Sigo pensándolo y por eso creo que debemos pedirle más tanto a él como al equipo. No quiero que seamos un equipo de Pagafantas. Un conjunto que siempre se excusa en todo y que tiene exigencia cero. Ya cometimos ese error el año pasado, no lo repitamos éste. Porque la planificación deportiva de Meriton es un auténtico desastre, pero también es verdad que si Elche, Alavés, Huesca y Éibar te tutean, es que algo más no está bien. De la misma manera que si salías una, dos o tres noches a la zona Woody y no ligabas nunca ya no era problema de los demás, sino tuyo.

Y luego está el pobre Gameiro, que es el típico colega que ha tenido novias que han sido auténticos aviones pero que lleva un tiempo que no da con la tecla. Que no termina de finalizar la jugada. Que no acierta de cara a gol. Que tontea con una tía, la invita toda la noche a cubatas y luego resulta que no solo tenía novio, sino que es amiga de su ex. Un Pagafantas en toda regla.

Así que amigo, amiga -o amigue- lector, te invito a que hagamos esa reflexión juntos sobre nuestro Valencia CF, y si después de leer el artículo no tienes o conoces ningún colega así, ya lo sabes… el Pagafantas eres tú.


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