VALÈNCIA. El base del Valencia Basket Sam Van Rossom señaló antes de recibir este viernes al Fenerbahce en la Euroliga que “lo mejor” que pueden hacer en la situación en la que están es olvidarse “un poco de las cuentas e ir partido a partido” porque cada encuentro es "una final”.
“Está claro que no va a ser fácil, necesitamos muchas victorias pero vamos a darlo todo e intentar lograr meternos en el 'top 8'”, explicó en declaraciones facilitadas por el club.
A falta de seis jornadas para que acabe la fase regular, el Valencia es undécimo con dos triunfos menos que el Zenit San Petersburgo, que es octavo pero que tiene un partido menos por lo que en realidad la distancia puede ser de tres.
Respecto al equipo turco, Van Rossom subrayó la mejoría que ha experimentado y que le ha llevado a ganar doce de sus últimos trece encuentros.
“Además de los fichajes de Guduric o O’Quinn han recuperado a lesionados, como De Colo o Vesely. Es un equipo que ahora mismo es muy completo, está jugando muy bien y están en muy buena forma. No va a ser fácil, es uno de los equipos más en forma en toda Europa y vamos a necesitar hacer un partido muy completo para poder ganar”, advirtió.
Tendrán la ventaja de jugar en la Fonteta, en la que disputarán cuatro de sus seis últimos partidos en esta fase regular. “Ya hemos jugado muy buenos partidos en casa contra equipos muy fuertes y potentes en Europa. Tendremos que estar en esta línea para conseguir nuestro objetivo. Está claro que jugar en casa cuatro de los últimos seis partidos tiene que ser una ventaja”, admitió.
El belga dijo que pese al buen partido que hicieron en ataque el domingo ante el BAXI Manresa en la Liga Endesa deben mejorar su defensa “para poder competir en la Euroliga porque te castigan aún más”.
Van Rossom dijo que se encuentra “físicamente muy bien” gracias a haber podido “cargar las pilas” en febrero. “Me noto bien, así que espero poder seguir así hasta final de temporada”, concluyó.