El VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador, conocido como el Chami, acuden con sus mejores armas a Valencia, escenario este domingo de la final de la Copa del Rey de rugby, para luchar por un nuevo título, el octavo para el cuadro colegial y el quinto para el equipo azulón, por lo que se prevé un choque muy equilibrado, en el que la concentración será determinante.
VALÈNCIA. El VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador, conocido como el Chami, acuden con sus mejores armas a Valencia, escenario este domingo de la final de la Copa del Rey de rugby, para luchar por un nuevo título, el octavo para el cuadro colegial y el quinto para el equipo azulón, por lo que se prevé un choque muy equilibrado, en el que la concentración será determinante.
El Salvador llega a esta cita con la principal novedad en sus filas de Sam Katz, el pateador inglés que ha regresado al equipo dirigido por Juan Carlos Pérez gracias al "Medical Joker" que le ha sido concedido tras la lesión de larga duración de Raphael Blanco, y que supone un importante plus para los chamizos.
De hecho, las transformaciones a palos tendrán un protagonismo fundamental en este partido, pero el Quesos cuenta con otro gran jugador como es Griffiths, de ahí que ambos equipos sean conscientes de la importancia de evitar al máximo los golpes de castigo, para no dar facilidades al eterno rival.
Ambos técnicos advirtieron que las plantillas están "muy motivadas e ilusionadas" puesto que no se trata de un encuentro más, sino que hay un título en juego y, en el caso de los de Diego Merino, sería el tercero de la presente temporada, tras la Supercopa de España y la Copa Ibérica.
Por este motivo, y porque el cuadro quesero tan solo ha perdido un partido en liga, parte como favorito, tal y como corroboró Juan Carlos Pérez, quien alabó el juego del rival y el gran año que están realizando, gracias a su intensidad, a su regularidad y a su capacidad de organización.
Merino, por su parte, aclaró que "no hay favoritos en un derbi, y menos aún cuando hay un título en juego" y cuando enfrente estará un equipo que no va a ponerles las cosas fáciles y que, además, buscará "vengarse" de las dos derrotas cosechadas en liga, reforzado además por la llegada de Sam Katz.
Dos de los capitanes de ambas escuadras, John Carter, por parte de El Salvador, y Álvaro Ferrández, por la del Quesos, destacaron las "ganas" de que llegue el duelo y lamentaron que éste se dispute muy lejos de Valladolid, lo que impedirá a muchos aficionados poder animar a sus equipos "in situ".
Carter mostró su confianza en el juego de su equipo, rápido a la mano, y en la concentración defensiva, para imponerse al VRAC, y aclaró que, en Valladolid o en Valencia, "son 22 jugadores los que están en el campo y los que deben ocuparse de hacer bien su trabajo y de dar el máximo".
Ferrández advirtió de que "será el que más concentrado esté el que se lleve el partido" y por ello, durante toda la semana, ambos equipos han preparado intensamente las jugadas y han potenciado el aspecto psicológico, que en este tipo de encuentros, puede ser tan importante o más que el deportivo.
En Valladolid se había programado una jornada festiva, con una pantalla gigante en la Acera de Recoletos y actuaciones musicales para permitir a los aficionados que no pudieran desplazarse a Valencia seguir el choque, pero todas las acciones fueron suspendidas por el mal tiempo que se prevé para mañana.
Habrá alternativas, ya que las sedes de ambos equipos van a ofrecer el encuentro, al igual que otras zonas de ocio, con el fin de que los seguidores vallisoletanos disfruten de un día especial, en el que uno de los equipos de la ciudad traerán de Valencia un nuevo título para sus vitrinas.