Un empate de valor y rabia

VALÈNCIA. Un empate de valor y rabia. El Valencia CF sumó ayer un punto en su visita a un escenario exigente como San Mamés contra el Athletic Club donde el equipo de Baraja mostró su mejor cara de la temporada a domicilio. Un resultado que otorga mérito al progreso del Valencia CF con un combinado joven pero que también generó frustración por la forma en la que se escaparon dos puntos en el minuto 96 con la gol de Berenguer. 

En cuanto al partido, el Valencia mostró que su gasolina -al menos la del equipo titular- le da para bregarse en un partido de ritmo alto contra el Athletic Club, que dispone de un bloque físico y reforzado con la alta velocidad de los hermanos Williams. El equipo de Baraja no se arrugó en un estadio imponente y aplicó su plan para despegarse la presión del Athletic.

Sin embargo, su buen inicio de partido no tuvo premio. La falta de puntería y el acierto de Unai Simón en las ocasiones de Hugo Duro o Amallah provocaron que el Athletic encontrase su momento en el partido. Mamardashvili sostuvo el equipo con varias intervenciones hasta que un despiste defensivo de Amallah lo convirtió De Marcos en el 1-0. Lejos de venirse abajo, el Valencia CF no le perdió la cara al envite y se marchó al descanso con dos ocasiones que dejaron la sensación de haber merecido más en la primera parte.

Tras la reanudación, el Valencia CF dio continuidad a su plan, generando problemas a la defensa del Athletic con la movilidad de Diego López. El asturiano controló orientado un balón largo y se lo entregó a Hugo Duro. El madrileño prolongó hacia Fran Pérez que definió con precisión en el mano a mano con Simón y colocar el 1-1.

Diego López rozó la remontada poco después en un saque de esquina, pero su cabezazo en el segundo palo no encontró portería. El partido siguió muy abierto y fueron los porteros los que protagonizaron su particular ‘pique’ con grandes paradas. El Valencia aprovechó su momento y a la tercera fue la vencida para culminar la remontada. Fran Pérez estaba lleno de confianza tras el gol y ganó la espalda a Imanol. El ‘23’ manejó los tiempos de su internada y asistió para que Hugo Dugo hiciera el 1-2 con un ‘taconazo’.

El partido entró en su fase decisiva y Baraja metió oxígeno con la presencia de Foulquier y Hugo Guillamón. La nota negativa fue la lesión en el hombro de Hugo Duro. No obstante, el Valencia bajó sus prestaciones con los cambios y el sufrimiento ante el empuje de San Mamés fue un hecho hasta que el Athletic consiguió igualar en el 96 con un tanto de Berenguer. Un punto de mucho mérito, pero que sabe a poco para un Valencia que se quedó al borde de llegar a la meta de la victoria.