El levantinismo 'toca metal' en Santander

26/03/2023 - 

VALÈNCIA. El sábado amaneció con posibles noticias para el levantinismo y, alrededor de una hora antes del encuentro ante el Racing, el Levante se alzó campeón. El reconocimiento oficial por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a petición de Luis Rubiales, de la Copa de la España Libre que ganó el club en 1937 fue la primera victoria del día. Javi Calleja todavía no había dado a conocer su alineación cuando la Federación, cuya junta directiva se reunió en Málaga -donde se encontraba desplazaba por el partido de la Selección ante Noruega- concedió oficialmente a la entidad de Orriols la distinción de campeón. 

 

"El Levante Unión Deportiva y la Federación de la Comunidad Valenciana pusieron en conocimiento de la RFEF, en 2019, una serie de hechos de carácter deportivo para solicitar el reconocimiento del título, reconociendo siempre la RFEF la excepcionalidad del momento y el contexto de guerra civil en el que se desarrolló el torneo. A partir de ahí, se tomaron en consideración, entre otros, los acuerdos de FIFA de los días 6 y 7 de noviembre, celebrado en París, así como los acuerdos adoptados por el máximo organismo del fútbol mundial en Calcuta de octubre de 2017", comunicó la RFEF. Final feliz a este efecto en un asunto que se había abierto en el Levante desde el año 2000 y que quedaba por resolver por parte de un ente que anteriormente había dado la espalda a tal hito. Desde 2013 está el trofeo en las vitrinas del Ciutat. 

La tarde empezaba bien. El pasado, cerrado. El presente, por resolver. 

Vuelta a la máquina del tiempo. El Levante logró redondear una jornada histórica para el levantinismo con una victoria balsámica por lo que supone a todos los niveles: primero por regresar, al menos por una noche, a las plazas de ascenso directo; segundo, por romper una racha negativa de dos puntos sumados entre los últimos nueve posibles. La dinámica que no rompió el Levante ante el Racing fue la de su juego: escaso, más allá de una clase magistral de Pepelu en el centro del campo; y sin destellos individuales, solo el de un Cárdenas que volvió a erigirse salvador. El equipo no estuvo bien en El Sardinero y tumbó a los cántabros a base de sufrimiento... y un golazo de Joni Montiel, lúcido tras muchas jornadas demasiado ensombrecido. 

El conjunto de Calleja también tuvo que tocar metal en estas lides. Hubo que sentir el hierro para no acabar perdiéndose entre el ímpetu rival y el hecho de que el Racing encerrase al Levante en su área en la recta final de la cita. Igual que el equipo se obligó a borrar el hundimiento de Huesca y el barro de Málaga, también habrá de centrarse en suprimir las sensaciones encontradas de Cantabria. Aunque, eso sí, los tres puntos ayudan, y mucho, para afrontar las nueve finales que restan con una cara lavada, a falta de algunos retoques importantes de maquillaje.

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