Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. Aquellos que tenemos ya más años que un barranco reconocemos el slogan ochentero de un anuncio de colonia que decía "si un desconocido te regala flores, eso es impulso". Sin duda alguna que los creadores de la frase en cuestión desconocían aquello en lo que Meriton ha convertido a lo que en su día fue un club de fútbol importante en este país como el Valencia.
Quizá la palabra "impulso" como sustituta de la metodología o de proyecto se ha convertido en la base del club y explica tantas cosas que nos sorprendería.
Porque ¿cómo calificar si no por el impulso que un equipo esté carente de motivación y mentalidad para enfrentarse al Cádiz por tres puntos que son de mucha importancia dada tu situación, y dé hasta la última gota de su esfuerzo para plantarle cara al Real Madrid en una competición que el propio club viene despreciando y criticando desde 2019?
El equipo va a impulsos sin más metodología que la que pueda imponer desde el trabajo diario su entrenador. Y eso en un club en el que todo el mundo ha visto la poca fuerza que tiene la parcela deportiva y en una plantilla en la que los cedidos saben que el 30 de junio se irán a otro sitio, y en la que el resto de futbolistas saben que en cuanto llegue una oferta por ellos van a estar en el mercado, es ciertamente una tarea de titanes. Por eso yo sigo argumentando que, lejos de ser infalible, me niego a focalizar las críticas en el entrenador. El termómetro a la hora de calificar el proyecto no puede ser el banquillo cuando la estructura es tan deficiente.
Un club cuya incoherencia en materia deportiva le lleva a sacar pecho (y es normal por su rendimiento) por el fichaje de Cavani cuando hace algo más de dos años su entonces presidente puesto a dedo por el mismo propietario que hay actualmente (y con el mismo responsable del área deportiva que hay ahora, aunque sea distinto el nombre del cargo) dijo en una carta abierta y publicada en comunicado oficial del club de los jugadores con cierta edad que "algunos están envejeciendo y son propensos a sufrir lesiones. No podemos mantenerlos y no deberíamos".
Y porque en un club de fútbol al uso, si hay que apretarle a la plantilla o al entrenador, hay un director deportivo que se encarga de ello. Aquí ya sabemos lo que hay. Es más, en un club al uso el director técnico se hubiera movido ya desde el mes de octubre aprovechando el mes y medio de parón mundialista para trabajar en los refuerzos invernales y que estuvieran a primeros de mes teniendo en cuenta el peso especifico que en la temporada del fútbol español tiene el mes de enero (te juegas la Copa que te alimentó el año pasado, te juegas la Supercopa y un buen puñado de puntos en la liga que pueden determinar tu posición final). A 17 de enero aquí no ha llegado ni el Tato.
Es más, en lugar de peinar el mercado y tener una extensa lista dada tu escasez de recursos, aquí los objetivos son los que marcan los impulsos del propio periodo de transferencias en forma de ofrecimientos por parte de los agentes. Por eso de repente aparece el nombre de Januzaj como refuerzo para la banda y la semana anterior era Pellistri el que sonaba cuando el perfil de ambos futbolistas se parece lo mismo que una chimenea a una caja de zapatos.
Así que a partir de ahora, si un desconocido te regala flores puede que sea impulso, o puede que sea alguien de Meriton. Que nunca se sabe.