Lim recurre a su vieja guardia

VALÈNCIA. Peter Lim parece decidido a volver a 2015 con todas sus consecuencias. De entrada ya copió el modelo deportivo establecido durante sus primeros años en Valencia con elección del entrenador tras el consejo y la influencia directa de Jorge Mendes, y sin atender a los profesionales que en la parcela deportiva pueda tener el club. En otras ocasiones los elegidos fueron Nuno, Neville, Ayestarán, Prandelli o Celades y en esta ocasión el elegido ha sido Gennaro Gattuso.

Pero ante el vacío de poder generado por la desaparición de la escena de Anil Murthy, el club ha nombrado presidente (Khojama Kalimuddin) y CEO (Sean Bai) transitorios a la espera de las personas que ocupen de manera definitiva los dos lugares ya mencionados. Cada día parece más evidente que el nombramiento de Sean Bai va camino de ser definitivo, y fue él mismo quien la semana anterior confirmó la búsqueda de director deportivo y de portavoz (parece que se pretende juntar ambos cargos en la misma persona).

El hecho de que no haya una cabeza visible que pueda tomar decisiones dentro del limitado radio de acción que Lim concede a sus altos ejecutivos en el Valencia CF ha llevado al máximo accionista a echar mano de su guardia pretoriana, de su gente de confianza, y por ello han vuelto a primera línea Layhoon y Kim Koh.

En el caso de Kim Koh, su reaparición choca menos dado que no hace tanto que volvió a su Singapur natal (concretamente, en diciembre de 2020).

Sin embargo desde que Layhoon abandonara el club en junio de 2017, poco o nada se supo de ella. Volvió a Singapur para volver a gestionar las empresas de Lim y nunca volvió a interesarse por el ValenciaCF, ni por su día a día. 

Su primer amago de reaparición fue en Sevilla en abril, durante la final de la Copa del Rey en la cual apareció por sorpresa junto a Raymond Cheah, Khojama Kalimuddin y el hijo del máximo accionista Kiat Lim. En Sevilla ya aprovechó para mantener diferentes reuniones y volvió a Singapur. Dos meses después, Lim tira de ella para liderar las maniobras que intentan desbloquear los asuntos referentes al proyecto del Nou Mestalla.

El tiempo y las tropelías de Murthy han dulcificado el recuerdo de la presidenta que vivió las primeras crisis de Meriton en la ciudad en temporadas tan aciagas como la 2015/16 y la 2016/17, y que en su día lanzó frases como "en Valencia parece que hay que repetir la cosas 100 veces", "yo soy Peter Lim" o "soy luchadora y peleona y soy la referencia para los jugadores". Los cinco años de Murthy han borrado los recuerdos de los dos años de crisis continua en una erosión que vivió uno de sus puntos más conflictivos cuando aseguró ante las peñas en el verano de 2016 que: "No queremos vender a Paco Alcácer", poco antes de un mes de la salida del delantero de Torrent. Tuvo otros episodios de discursos cuestionables como "por favor presten atención a lo que digo, tenemos una estructura deportiva en el club, tenemos a Prandelli como entrenador y trabajamos como equipo. El club apoya totalmente el mensaje de Prandelli y su gestión", pronunciada justamente a menos de 15 días de que el entrenador italiano presentara su dimisión al considerarse engañado por los dirigentes del club y el máximo accionista.

Pese a todo ello, y aprovechando sus cordiales relaciones con el president Ximo Puig, Lim la ha enviado para restablecer los puentes que el arrogante Anil Murthy dinamitó. Pero todo lo sucedido desde 2015 hasta hoy y las maneras de Murthy en sus reuniones con los representantes políticos de la ciudad, no han caído en saco roto. La credibilidad de Meriton se ha agotado y la clase política valenciana no está dispuesta a ceder ni un milímetro a la hora de dar credibilidad a promesas o de dar cabida a parámetros diferentes a los firmados en su día para la concesión de una ATE que ya está caída por los constantes incumplimientos por parte del promotor de la obra.

Fuentes del club aseguran que Layhoon seguirá unos cuantos días más en la ciudad y puede que se quede para supervisar la reunión del consejo de administración que se producirá en Valencia por segunda vez (la primera fue cuando se completó la venta del club) desde que Lim ostenta la mayoría accionarial. Cuando vuelva a Singapur ya le podrá comunicar a Lim que en el tema del estadio (la principal causa de su vuelta a nuestra ciudad), de momento pintan bastos.