Levante UDVALÈNCIA. El pobre bagaje de puntos del Levante de Mehdi Nafti en el arranque de temporada pone el rumbo del club en tela de juicio después de cosechar 10 de los primeros 21 puntos del campeonato. El franco-tunecino no está dando con la tecla de su equipo y ha alternado planteamientos, por ahora, sin continuidad. No obstante, por el momento en la entidad de Orriols se respira confianza en el técnico con el duelo del próximo sábado en Andorra como foco principal para tratar de disipar dudas o, al menos, relajar el ambiente con una victoria. No habrá cambios bruscos salvo sorpresa estridente en el Estadi Nacional. Y es que los malos inicios que acabaron con ascenso son un habitual en la Segunda División y todavía más en un Levante que arrancó con una dinámica parecida a la actual en tres de los cuatro ascensos a la élite vividos en el siglo XXI.
"La exigencia es buena pero los ascensos se consiguen en mayo", comentó Nafti en el acto de la Federación Valenciana de Fútbol (FFCV). Y lo dijo con conocimiento de causa. Solo en el último paso granota por la categoría de plata, el club registró unos números de récord y recogió, en los primeros siete partidos, 16 puntos que le auparon al liderato ya desde el mismo inicio de campaña. Aquel Levante de López Muñiz hizo historia al entrar en zona de ascenso directo en la segunda jornada y no salir de ella durante el resto del curso -es más, se encaramó a la butaca del líder desde la cuarta fecha hasta la conclusión de manera ininterrumpida-. Son unos números tan conocidos en la parroquia levantinista como complicados de emular. Por mucho que hoy el blaugrana sea el conjunto más valioso de Segunda, el club trabaja sobre la base de que aquella hazaña es poco menos que irrepetible, ni tampoco es un objetivo.
Es curioso, pues aquella temporada 16/17 el Levante también poseía el equipo con más valoración de la competición, por delante de Getafe y Girona, que a la postre fueron los clubes que lograron consumar el ascenso -en el playoff en el caso de los azulones, pero clasificados como terceros-. Hoy los dos equipos que capitanean la tabla de plantillas mejor tasadas han arrancado La Liga con dudas -el Granada, aunque con más puntos que el Levante, se une al titubeo granota tras perder este lunes frente a Las Palmas-. Sin embargo, precisamente aquel Getafe es un ejemplo 'a medias' para Mehdi Nafti: el cuadro del sur de Madrid acabó ascendiendo después de empezar con un puntaje paupérrimo (6 puntos de 21); la mala noticia para el franco-tunecino es que lo logró después de cambiar de entrenador. Ángel Torres destituyó a Juan Esnáider precisamente en la séptima jornada y fue la llegada de Bordalás la que relanzó al cuadro madrileño.
Sea como sea, el espejo lo pone el propio Levante del pasado. La temporada del último ascenso es una excepción. En el resto de cursos de Segunda con final feliz en el Ciutat durante el siglo XXI, el conjunto granota arrancó con mal pie. En 2010 el club mantuvo la confianza en Luis García Plaza a pesar de que en los siete primeros encuentros firmó exactamente los mismos puntos que Nafti suma hoy en Orriols: 10. Una temporada antes, también recién descendido el equipo y con Luis García a los mandos, el bagaje inicial fue de 11/21 puntos posibles. En el primer curso del madrileño en el banquillo, el Levante se quedó lejos del ascenso -fue octavo en una época sin playoff y en que subían automáticamente los tres primeros clasificados-, pero en el segundo se logró ascender de manera inesperada y con el club en concurso de acreedores. Los levantinos se metieron en la tercera plaza con los mismos puntos que el Betis, que quedó con la miel en los labios después de ganar a un ya ascendido Levante en la última jornada -fue la temporada del ascenso contra el Castellón-.
Mientras, en la 05/06, una temporada aislada en los infiernos, el Levante consiguió el ascenso inmediato con Mané al timón... y con otros 11/21 en el arranque de temporada. De hecho, José Manuel Esnal también estuvo en la cuerda floja durante aquella campaña con inicio irregular con José Luis Oltra en el banquillo. El valenciano logró tres victorias en los tres primeros encuentros, pero ni siquiera un comienzo tan explosivo en positivo aseguró la buena marcha del barco blaugrana: el equipo cayó en picado, como si de un gafe se tratase, cuando Villarroel calificó a su plantilla como "la mejor de Segunda". En la jornada 10, el presidente cesó a Oltra tras caer goleado (5-1) en Almería. Mané, no sin dificultades, enderezó el rumbo y el Levante ascendió de nuevo tercero. El precedente anterior es parecido: 13 puntos cosechados en los primeros siete partidos en la temporada del primer ascenso del siglo en 2004. El mítico Levante de Preciado también empezó titubeante, aunque sin conocer la derrota hasta el noveno encuentro, para terminar siendo campeón de la categoría.
