VALÈNCIA. No hay acuerdo en el reparto de entradas para la final de la Copa del Rey. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha comunicado a los dos clubes finalistas este martes por la mañana que disponen de 17.300 localidades cada uno, cifra que no cubre las expectativas de blanquinegros y verdiblancos, que aspiraban a recibir más de 20.000. Los dirigentes de ambos clubes, Anil Murthy y Ángel Haro, han protestado por el montante de localidades y la decisión final se ha pospuesto para una nueva reunión que se celebrará este próximo viernes.
La Ciudad del Fútbol de Las Rozas ha albergado la reunión de trabajo para profundizar y zanjar todos los detalles respecto a la final de la Copa del Rey que se celebrará en La Cartuja el 23 de abril.
La reunión ha estado presidida por Luis Rubiales y ha contado con la presencia de los presidentes de las federaciones andaluza y valenciana, de los presidentes del Real Betis y del Valencia CF, así como con los cargos ejecutivos y operativos de la federación y de ambos clubes. La RFEF ha trasladado a los clubes clasificados para el partido de La Cartuja toda la información relativa a la final.
La cita, prevista para la semana pasada, se trasladó a este martes por petición del dirigente del Valencia, Ani Murhty, que por problemas personales estaba fuera de España. El presidente del Betis, Ángel Haro, no puso problemas para el cambio de fecha, gesto que agradeció Rubiales.
Entre todo el operativo a poner en marcha para la final, estaba por determinarse el reparto de entradas. El reglamento de la RFEF determina que en la final los dos equipos que se clasifiquen contarán con el 33% del aforo del estadio organizador y que la RFEF tendrá el mismo porcentaje, de salida, para sus compromisos con patrocinadores. El estadio de La Cartuja tiene una capacidad actualmente de 57.619 espectadores, por lo que con esta división los equipos pensaban que contarían con cerca de 20.000 entradas.
La RFEF les ha informado que ambos disponen de 17.300 localidades, cifra inferior a la prevista por cada club. Rubiales ha explicado que La Cartuja cuenta con 3.000 localidades que no se pueden poner a la venta porque, por las características del estadio, son de visibilidad reducida. Esas butacas están descartadas para los aficionados de los dos finalistas. También están excluidas las 2.000 que la RFEF entregará al gobierno autonómico andaluz y las 17.300 que se quedará el estamento federativo para sus compromisos y la venta en taquillas del estadio.
Tras conocer la repercusión negativa en los dos clubes del monto de las localidades, la RFEF les ha ofrecido a la posibilidad de llegar al 40% de las entradas, cediendo la RFEF parte de su cupo, tal y como sucedió en la final que ganó el Valencia en 2019. En aquel caso los dos finalistas, el Valencia CF y el FC Barcelona, se repartieron el 80%, 40 y 40 por ciento cada uno, mientras que la Federación se quedó con el 20% restante. Si se aprueba esta opción en la reunión del viernes, ambos finalistas alcanzarán cerca de 23.000 billetes para sus seguidores.
Los clubes han solicitado de la RFEF que exista la mayor paridad posible en la tipología de entradas y precio. Por ello, los clubes y la RFEF se han emplazado al próximo viernes, una vez reconfigurada la distribución del estadio para alcanzar el equilibro más adecuado para las aficiones.
El precio de las entradas oscilará entre los 30 euros -con visibilidad reducida- y los 222 euros. Cada club recibirá igualmente un paquete de entradas de diversidad funcional para sus seguidores. La solución definitiva, el viernes.
Después de que se cerrasen las semifinales de la Copa del Rey 2022 con la clasificación del Real Betis y se perfilase la gran final de La Cartuja del 23 de abril, el Valencia ya supo que será el que actúa con el rango de visitante. El reglamento federativo establece que el equipo de mayor antigüedad juegue como local y el de menor lo haga como visitante. Fundado el 12 de septiembre de 1907, el conjunto del Villamarín tiene más años que el de Mestalla, nacido el 18 de marzo de 1919. El Valencia, por tanto, no jugará con su primera equipación al completo pero podrá vestir camiseta blanca, pantalón blanco y medias blancas si lo estima conveniente.