El conjunto taronja tratará de despedir la competición continental brindando un triunfo a su público contra un rival al que nunca antes ha conseguido batir en un partido en el que Sergi García y Latavious Williams tendrán su oportunidad en pista
VALÈNCIA. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y esta Euroliga al Valencia Basket se le ha hecho eterna. El regreso a la máxima competición de la entidad taronja no fue como se esperaba pero, tras superar la racha de diez derrotas consecutivas, los de Vidorreta dieron un lavado de cara a su balance y hoy podrían culminar una gran segunda vuelta tumbando al Maccabi Fox Tel Aviv.
Tras las continuas lesiones, altibajos, tropiezos, decepciones, pero también momentos memorables como las victorias ante Panathinaikos, Khimki, CSKA o Real Madrid, Valencia Basket tiene la oportunidad de brindar a su público con la decimosegunda victoria en Euroliga. Sobre todo tras la inexplicable derrota del pasado domingo frente UCAM Murcia. Un triunfo podría elevar al conjunto taronja a la décima plaza de la competición, de los dieciséis equipos presentes. Una posición nada desdeñable tras lo vivido estos meses.
La mejor noticia para Txus Vidorreta en el día de hoy es que no sufre ninguna baja añadida a las ya confirmadas de Fernando San Emeterio, Guillem Vives y Antoine Diot. El cántabro sufrió un pinchazo en el gemelo izquierdo en Grecia hace una semana y no va a estar contra el Maccabi, aunque no se le descarta para estar el domingo. Quien pasa a ser baja indefinida es el base catalán, que sufre una tenosinovitis en el tobillo izquierdo y cuya situación se valorará en los próximos 7-10 días. El técnico taronja se mostraba satisfecho por la buena semana de entrenamientos que ha tenido el equipo, en la que han dado un paso al frente tanto Sergi García como Latavious Williams, quienes ha asegurado que entrarán en la rotación de cara, sobre todo, a afrontar el partido importante de Liga en la pista del Guipúzcoa solo dos días después. También quiso destacar en la previa del partido que la reintegración de Tibor Pleiss y Bojan Dubljevic, ambos con molestias en las últimas semanas, está siendo óptima.
Al Valencia basket se le presenta una situación idónea para cumplir sus objetivos de acabar la Euroliga a lo grande ante su público y ganar confianza para asaltar la cancha del Guipúzcoa. El Maccabi llega en horas bajas. A pesar de estar mejor clasificado en la Euroliga, el conjunto turco llega sin opciones tras ser 'expulsado' del Top 8 por Baskonia tras haber sufrido cuatro derrotas consecutivas en la competición. El equipo de Neven Spahija, antiguo huésped en el banquillo taronja donde ganó la Eurocup en 2010, tampoco llega en un buen momento en su liga regular. El pasado domingo sufrió una derrota en el derbi de Tel-Aviv en la pista del Hapoel que le hizo perder la primera plaza en su campeonato doméstico. Todo esto añadido a que Spahija ha tenido que dejar en casa a su mejor jugador Pierre Jackson, podría ser un cóctel de falta de confianza y de alicientes que los taronja pueden aprovechar.
Eso sí. El equipo turco tiene un buen arsenal de armas en su repertorio que le hacen dominar el control del rebote, la defensa por encima del aro y la anotación desde dentro del arco, de entre todos los equipos de la Euroliga. Valencia Basket, por su parte, es el equipo que más triples convierte por partido y es el aspecto con el que más suele golpear, sobre todo en la Fonteta. Pero no deben olvidar que la confianza en ataque parte de una buena defensa (algo que se les olvidó en la derrota ante UCAM Murcia) y que tienen que evitar vaciarse porque las victorias en Liga Endesa ya no esperan. A partir del domingo cada triunfo es una final. No pueden olvidar que el de Guipúzcoa es el partido importante