VALÈNCIA. Más de 15.000 personas tomaron las calles de València el sábado por la mañana para recordarle a Meriton que su tiempo en el Valencia CF se ha agotado. Aquí no los quiere nadie gestionando al club y además es falsa la división de la afición en bandos. No son bandos, son opciones (y además opuestas): o estás con el Valencia CF o estás con Meriton. En la primera opción milita todo el valencianismo, en la segunda militan los asalariados de Peter y aquellos que se arrastran por un plato de lentejas o 30 segundos de gloria y que intentan hacer ver que son muchos más, cuando simplemente son ruidosos.
Y admitiendo mi sorpresa en positivo por los 15.000 del pasado sábado es momento de indicar que la dirección es la indicada, pero la intensidad aún anda muy lejos de lo requerido. Se me queda muy corto una manifestación cada ocho meses y una exposición en el minuto 19 de cartulinas amarillas en Mestalla. Por un lado, la protesta del citado minuto concentra las protestas, por otro elimina los cánticos que se producían varias veces por partido desde la grada, y además se lo ponen en bandeja a la acción censora de Javier Tebas y sus órdenes a Mediapro a la hora de silenciar las protestas ya que saben cuándo se van a producir.
Y pese a que sé que si algún día alguien saca las patas del tiesto me pueden acusar de ser inductor de algún hecho desafortunado que nunca debe llegar (precisamente buscan victimizarse al no tener argumentos válidos de defensa), Valencia debe dejar de ser la zona de confort de quien no respeta a sus ciudadanos, ni al Valencia CF. Siempre sin rebasar la línea que marca la lícita protesta y la distingue de los actos violentos, Valencia debe ser un lugar incómodo para quien se ríe de la afición del Valencia CF y de quien no quiere nada más que el dinero que le puedan sacar a la vertiente mercantil del club que compraron y al que nunca han respetado.
Mestalla debe bramar más fuerte y más veces, y las manifestaciones deben sumar a mucha más gente en sus próximas convocatorias. Si 15.000 personas ya les han incomodado (no hay más que ver el nivel de agresividad verbal de los voceros del señorito), y han hecho que algunos políticos sean conscientes del problema que se les puede presentar con cada vez más gente en la calle, imagínense una serie de acciones constantes, coordinadas y continuas.
Disfrutar de Valencia y del Valencia CF ha de ser un premio para quien se lo gane. Ahora y en el futuro, porque esto pasará algún día y será necesario tener matrículas apuntadas para que el murciélago vuelva a volar sin miedo a que algunos vuelvan a acercarse para sacarle hasta la última gota de sangre.