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Joey Lim ejecuta el Valencia diseñado por Meriton

22/10/2020 - 

VALÈNCIA. Se han acabado las contemplaciones para Meriton. Ha finalizado el periodo de mostrar buenas palabras (aunque los hechos sean diametralmente opuestos). Concluyó el periodo de una mínima empatización con el entorno. Desde este verano todo eso es ya historia. El Valencia CF pasa de ser un club de fútbol, a regirse por los parámetros marcados desde Singapur por su desencantado propietario. El mundo del fútbol no es lo que él esperaba, así que se aparta el aspecto deportivo y mete en cintura a la sociedad según los indicadores marcados por el accionista mayoritario.

El encargado de ejecutar es Joey Lim. En palabras de quienes le han visto maniobrar coinciden en que "ejecuta de manera fría, sin ningún rubor ni atisbo de humanidad. Le da absolutamente igual todo". Dentro del mismo club la confusión es absoluta. Nadie se atreve a aventurar si esta situación responde a un periodo de apretura económica con eventual cambio de rumbo, o si se está liquidando. Y si se está liquidando nadie sabe aclarar si la liquidación es por derribo o por traspaso, "allí dentro (en cuanto a empleados) nadie tiene claro hacia dónde camina el club".

Tras vender este verano casi todo lo traspasable, la plantilla ha abaratado su coste. Del presupuesto de 183 millones de euros de la temporada pasada se ha pasado a uno de menos de 120 millones de euros, con un coste de plantilla por debajo de los 90 millones. Es evidente que se ha querido aligerar esa partida primando la directriz económica sobre el aspecto deportivo de la entidad.

No sólo sobre el terreno de juego el club está vaciando también los contratos de los empleados con más años en el club. Si este verano depuraron a Paco Camarasa (delegado del primer equipo) aunque también intervinieron razones de "fidelidad" a Meriton, también hicieron lo propio con Antonio Giner (médico del filial y con casi tres décadas de servicio a la entidad). 

Dentro de estas variables de aislamiento sigue jugando un papel principal la inacción en cuanto a solucionar el problema que supone el Nuevo Mestalla. El estadio sigue con las obras paralizadas y, pese a la ronda de entrevistas con las autoridades de hace un mes, À Punt desveló hace dos días que el accionista mayoritario no contesta a los requerimientos que se le hacen desde el Ayuntamiento de la ciudad. No parece haber ningún interés por solucionar este otro eje de conflictos.

En este aspecto se circunscribe también el despido del ya ex Director de Comunicación, Álex Navarro (16 años en la entidad), aunque detrás de este despido hay otra causa determinada por la nueva estrategia sobre la marca Valencia CF

Meriton ha decidido prescindir del departamento de comunicación del club tal y como lo habíamos conocido hasta ahora. Ya saben que en España los medios de comunicación no adoctrinan al dictado, como sí ocurre en Singapur, así que han decidido prescindir de cualquier nexo de unión con una prensa a la que consideran enemiga al no practicar la sumisión pretendida. Hasta tal punto llega esta convicción que el departamento Digital va a experimentar cambios como el de Comunicación; de hecho ya había muchas acciones diseñadas en Singapur desde hace meses (la famosa imagen del rinoceronte defecando, las fotos con los "logros" de Celades o presumir de política de cantera a partir de un gol de Kang In Lee ante el Valladolid). 

La bunkerización del club se resume en el hecho de que el nuevo Director de Comunicación del Valencia CF, Joey Lim, no habla una sola palabra de español. Desde el propio club han decidido reforzar los medios de comunicación propios como la web, el Batzine o la radio oficial para lanzar sus mensajes y sus consignas. Será ahora un club mucho más alejado de un entorno al que consideran hostil sin motivo alguno.

Estos son los nuevos parámetros marcados por Meriton; el Valencia CF pasa a ser una empresa más en la que no se contemplan peculiaridades como el arraigo, la historia, la tradición o el componente deportivo. El tiempo dirá si el objeto de esta gestión 'a la asiática' responde a una estrategia para vender o el club, o simplemente para que no moleste guardado en un cajón ante la desgana del máximo accionista.

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